Uchuu, la simulación más exacta y completa del universo
Una nueva creación virtual ofrece de forma gratuita la posibilidad de avanzar y retroceder en la historia del universo, permitiendo así estudiar su … Leer Más
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Si observamos con detenimiento, el sistema está muy bien resguardado en todos y cada uno de sus rincones. Poco a poco ha ido estableciendo un ‘Nuevo Orden’ que ya no sólo controla lo político, lo económico, o lo social; también controla nuestra mente. Llegó a nuestras conciencias en mucha mayor medida de la que imaginamos. Y es ahí donde se ha instalado, velando por sí mismo. Es por esto que incluso en un momento como el actual, en el que cada vez nos queda más claro que este sistema no nos lleva a nada bueno, sigue habiendo el mismo miedo a un cambio.
Entrevista a Esther Vivas, investigadora en políticas agrícolas y alimentarias. “El capitalismo impone una sociedad de consumo. Se producen mercancías a partir de la creación de necesidades artificiales, que antes no teníamos, y vía la obsolescencia programada, diseñando los productos para que se estropeen al cabo de un tiempo y tengas que comprar de nuevos. “
Cuando el imperio es incapaz de mantener su hegemonía aportando soluciones a las crisis sistémicas recurre a la “hegemonía explotadora” (1), con toda la violencia y la destrucción que la acompaña. Así sucedió en la decadencia de la hegemonía imperial de Holanda.
Todas las personas que vivimos hoy en el mundo, estamos siendo afectadas, de una forma u otra, ya sea directa o indirectamente, por … Leer Más
El objetivo de esta investigación es abordar la importancia de la interfase relacional compuesta por instituciones educativas de la administración pública y empresas del sector estatal para el fortalecimiento de la gestión ambiental organizacional, lo cual ha permitido crear nuevos espacios de intercambio sobre la gestión ambiental contribuyendo a elevar el conocimiento de las dimensiones fundamentales del medio ambiente, así como a la aplicación de prácticas ambientales que elevan los resultados de la gestión ambiental en lo local.
Buen Vivir, esencialmente significa vivir en armonía con uno mismo, los otros miembros de la comunidad, la naturaleza y el entorno. “Hay ejemplos dispersos [de la práctica del Buen Vivir]; lo que falta es la formulación de estrategias a partir de políticas públicas. El problema es que a los ministerios llegan operadores de las grandes empresas tradicionales”
Creemos que el paradigma civilizatorio occidental entra en una fase de confusión y dispersión, no querida por la intencionalidad de sus postulados, en origen el iluminismo, pero sí provocada por el acentuado uso de tecnologías destructivas en el manejo de sus componentes. Estamos en presencia de una catástrofe paradigmática, que no debemos confundir con una crisis sistémica, porque no existen posibilidades de recomponer el rumbo trazado sin alterar completamente las invariantes que lo alimentan.
El curioso “modelo” de vida que estamos soportando, nos pone cada día ante situaciones que nos hacen sentir abandonados como pueblo, incapaces e imposibilitados de accionar para que “algo cambie” y cuando hay una explosión barrial, quejas comunitarias por algún reclamo, generalmente se reduce la demanda a situaciones acotadas, puntuales, y raramente se trata de revisar las causas de los problemas.
El estilo o modelo de desarrollo vigente, que se viene imponiendo desde el siglo pasado, no tiene respuestas frente a la crisis ambiental. Más bien la ha generado. El modelo busca un crecimiento económico continuo. La expansión de la economía está basada en el consumismo. Necesita de una “sociedad de consumo” y materialista por ende, donde el afán de lucro y el individualismo es el combustible.
Desalojos, represión, detenidos y asesinatos. Campesinos y pueblos originarios son las víctimas de un modelo extractivo que, con apoyo del Gobierno nacional y los provinciales, avanza sobre el campo.
La instalación de la planta de semillas de maíz transgénico de Monsanto abre un debate sobre el modelo de agricultura, que impone altos rindes para pocos y fuerte impacto sanitario para las poblaciones, tal como deja claro el juicio en Ituzaingó. La Presidente festejó el anuncio en el Consejo de las Américas, frente a la flor y nata de las corporaciones mundiales.
Agobiados por los monocultivos, las consecuencias de las fumigaciones y la creciente inseguridad alimentaria, nos planteamos la necesidad de pensar nuevos modelos agrícolas para nuestra América Latina. Los que nos han impuesto y sufrimos actualmente, son el modo en que el capitalismo globalizado, a través de las empresas transnacionales, aplica en nuestros países creando nuevas situaciones de dependencia colonial: modelos extractivistas y de agro exportación y con ellos, la primarización de nuestras economías y la producción masiva de commodities. Estos modelos conllevan la apropiación de los recursos naturales, con devastación de los ecosistemas y fuertes impactos sobre las poblaciones rurales, que son arrastradas a una urbanización forzosa.
Wichís, pilagás y criollos de Formosa resisten el avance del agronegocios y enfrentan los atropellos de un gobierno feudal. Crónica desde un territorio de pesares, pero también de luchas.
Estamos asistiendo a una profundización demencial del paradigma capitalista y de su ámbito de dominio que ha desplazado sin pena ni pestañeo el concepto de sustentabilidad para usarlo en el campo de las finanzas disfrazando su afán de lucro, con el argumento de incorporar las externalidades ambientales. Argumentos para justificar una angurria fuera de toda proporción: casi todo lo que existe en el mundo cumple un servicio y es una mercancía, todo será considerado una inversión, todo cuenta como dinero.
Este año se cumplen cien años de las huelgas agrarias conocidas como Grito de Alcorta, que determinaron la conformación de Federación Agraria Argentina (FAA). De cara al centenario de aquel hecho histórico, se abren varios debates que atraviesan la geografía donde ese movimiento se gestó y cobró fuerza. Miradas diferentes a la hora de pensar los modos de producción, el monocultivo de soja, la concentración de la propiedad de la tierra, la protección de los suelos y el medio ambiente, la relación entre cultura y naturaleza y la salud de los pueblos rurales. Parte de una agenda en discusión que apenas asoma en sus primeros trazos.