En esta ciudad no existe el dinero, la religión o la política

Si estás buscando un sitio diferente en el planeta Tierra, seguro que alucinarías con Auroville, una ciudad india que está ubicada en Viluppuram (distrito cercano a Puduchery, Tamil Nadu). Fue fundada en el año 1968, bajo el amparo de la UNESCO, por Mirra Alfassa (también conocida como “la madre”), como un proyecto de la Sri Aurobindo Society.

Utopías, realidades, fidelidad y resiliencia

L’Olivera o cómo aprender a construir un proyecto cooperativo en el mundo rural desde el año 1974. A veces pensamos en L’Olivera como en un autobús. Desde el año 1974 somos un grupo que ensayamos una experiencia cooperativa en el mundo rural, en Vallbona de les Monges, en la Cataluña interior de secano. Lo del autobús es porque somos un grupo de gente diversa, que sube y baja, en movimiento, que intentamos poner en juego nuestras capacidades y discapacidades al servicio de un proyecto común, basado en la elaboración de productos propios como diferentes tipos de vinos y aceites. El nombre de L’Olivera (el olivo) se lo pusimos porque es un árbol de nuestra tierra, de crecimiento lento, que acaba enraizando profundo y puede llegar a ser centenario.

Revalorizar la agricultura y la alimentación

Si hubiera nacido diccionario sería un diccionario indignado. La visión capitalista que todo lo inunda ha dejado mis pobres páginas y sus contenidos totalmente maltrechos y corrompidos. Pienso en una de mis palabras: revalorizar. «Este terreno se ha revalorizado», «los índices bursátiles se han revalorizado», etc. son frases donde su uso es frecuente, demostrando que lo que importa es ‘incrementar el valor’, propio de los deseos lucrativos instalados en nuestra sociedad. Y parece que no se estime que revalorizar es también cambiar de valores, o volver a pensarlos.

Trabajo rural como sinónimo de explotación

En el campo argentino se repiten las escenas de explotación laboral, jornadas de trabajo de hasta 16 horas, pagas mínimas, ausencia de día de descanso, amenazas y maltratos, alimentación escasa, personas obligadas a vivir en taperas o bajo plásticos. Organizaciones campesinas, ONG y académicos coinciden: el trabajo rural en situaciones de explotación está presente en todas las latitudes de la Argentina y es una práctica generalizada en el campo profundo. De Mendoza a Salta, de Río Negro a Misiones: la explotación laboral del trabajador rural. La responsabilidad privada y estatal.

Entrevista Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI). Si bajan las retenciones, aumentan las hectáreas con soja

Son la organización rural más grande del país, con quince mil familias campesinas. En la vereda de enfrente de la Mesa de Enlace, paradójicamente también son excluidos por el Gobierno, que desoye sus reclamos e ignora el modelo agrario que impulsan: “La soberanía alimentaria que practicamos es contraria al modelo de agronegocios actual”. Advierten que una baja en las retenciones de soja traerá aparejado un avance del monocultivo, consideran “cínico” que la Sociedad Rural se refiera a la pobreza y no entienden por qué el Gobierno cobija a Federación Agraria en la Subsecretaría de Agricultura Familiar, el espacio estatal que debiera ocuparse del sector campesino.

Las normas fitosanitarias como una forma de exclusión de la economía campesina

En esto de la competencia global, las trasnacionales actúan con una lógica. Es la lógica de que si yo no lo puedo sacar a usted porque usted es comerciante de leche cruda, prohíbo la leche cruda y se acabó el negocio. O que si usted es muy hábil produciendo gallinas campesinas, lo saco sobre la base de pedirle un matadero. O el del azúcar que quiere sacar al de la panela y no lo puede hacer en la competencia abierta del capitalismo y entonces le exige agua potable en la finca y como no hay agua potable, sale del mercado el campesino panelero.

La realidad de las comunidades rurales en el Valle de San Andrés, Cuba

Dado el recurso forestal y el potencial científico con que cuenta la provincia de Pinar del Río, es hora de que la ciencia y la tecnología ocupen su lugar en el aprovechamiento de PFNM y su transformación en bienes de consumo para el pueblo y el desarrollo de la mujer campesina de al zona del valle de San Andrés, basado en una estrategia ambiental adecuada, integrando al respeto por el ambiente en la aplicación de tecnologías modernas para la agricultura y en la administración de los ecosistemas y los recursos naturales.

El rentismo sojero profundiza el histórico parasitismo pampeano-terrateniente

A partir del golpe de Estado de 1976 la renta agraria, que el Peronismo había nacionalizado para industrializar el país, vuelve a la oligarquía, tanto en capital como en tierra. Así si en 1966 gracias a los dos Planes Quinquenales y a las leyes de Arrendamientos y del Peón Rural, llegamos a tener 650.000 productores agropecuarios, hoy de manera vergonzosa apenas poseemos 330.000.