A 8 de cada 10 consumidores no les interesa si lo que compran es sostenible

El pasado 5 de marzo se celebró el Día Mundial de la Eficiencia Energética, una cita que trata de hacernos reflexionar sobre el uso -racional o no- que hacemos de la energía, y sobre la necesidad de establecer parámetros de consumo y límites que respeten nuestro entorno y hasta nuestra salud.

Un estudio realizado por acierto.com demuestra que solo el 21% de los consumidores le presta importancia a la sostenibilidad y a la eficiencia de los bienes que adquiere. Esto quiere decir que hasta 8 de cada 10 lo pasan por alto. En el caso de la venta de automóviles el asunto se vuelve especialmente peliagudo, pues más de la mitad de los encuestados asegura que no pagaría más por un vehículo responsable con el medio ambiente. ¿Por qué se pasaría a uno entonces? Básicamente por las restricciones gubernamentales y protocolos de contaminación.

Nuestra actitud también la reflejan nuestros edificios, que llevan ya casi seis años suspendiendo en materia medioambiental -desde la entrada en vigor de la certificación energética para edificios-. El problema, de nuevo, es que no nos importa demasiado, porque el consumidor no se hace una idea del ahorro que le va a suponer a la larga ni del confort que puede aportarle.

Sí es mayor su percepción del ahorro que pueden conllevar ciertas medidas en un ámbito más, digamos, doméstico -como apagar la luz, cerrar el grifo cuando te cepillas los dientes, etcétera-. Pero es que según los datos del estudio, esta clase de medidas pueden ahorrarle a los usuarios unos 300 euros al año en facturas. Aquí incluimos también el hecho de escoger electrodomésticos más eficientes, una asignatura que poco a poco parece que vamos aprobando, en especial a lo que atañe a secadoras y lavadoras.

Consumo responsable

Ahorrar en calefacción y aire acondicionado, y preservar el entorno es posible. Para empezar, lo ideal será mantener la casa a una temperatura constante que ronde entre los 19 y los 21 grados. Por la noche bastará con dejarla entre los 15 y 17 grados.

Para aquellos que tengan caldera, hacerse con un termostato inteligente, capaz de encenderse y apagarse cuando la casa llegue a una determinada temperatura y adaptarse a sus hábitos y estancias, también será clave. “Los hay incluso que se conectan al móvil del usuario y que se activan por geolocalización cuando detectan que la persona se acerca”, comenta Carlos Brüggemann, cofundador de la empresa que realizó el estudio.

Revisar los radiadores es otro punto imprescindible. Y es que es posible que no calienten adecuadamente si tienen aire dentro del circuito. Para incrementar la difusión del calor pueden colocarse láminas reflectantes o cerámicas sobre ellos.

Resulta recomendable ventilar en las horas centrales del día, cuando hace más calor en el exterior. Bastará con unos cinco minutos. La instalación de doble ventana, unas cortinas gruesas y otros materiales aislantes son otros elementos que ayudarán. De hecho y según la IDAE, hasta un 30% de las necesidades de calefacción vienen por pérdidas de calor originadas en las ventanas. Lo mismo ocurre por la noche, donde las persianas atenuarán la sensación de frío.

Respecto al ahorro en agua, bastará con aplicar el sentido común: no dejarla correr más de lo necesario, abandonar los baños en favor de las duchas, poner los electrodomésticos que la usen cuando estén completamente llenos, instalar dosificadores y aireadores que reducen el caudal, incluir un sistema de doble botón en la cisterna, etcétera.
 

Comparar tarifas, clave para ahorrar

“En este ámbito, igual que en el de los seguros, es muy importante comparar”, incide Carlos. Cotejar las tarifas que ofrecen las diferentes compañías, escoger una que se adapte a nuestros hábitos horarios y necesidades de consumo se han convertido en acciones imprescindibles para ahorrar”, remata el experto. Por fortuna, actualmente 9 de cada 10 españoles comparan antes de comprar. Algo que se aplica a toda clase de servicios. Además y en el ámbito del hogar, otra manera de ahorrar a la larga es contratar un seguro de hogar que cubra los electrodomésticos cuando sufran una avería como consecuencia de una tormenta, cortes eléctricos y demás, que a veces acompañan al mal tiempo.

Águeda A. Llorca

Ecoportal.net

Fuente: https://www.acierto.com/