Desayuno energético para estar pilas toda la jornada

La diferencia en tener un buen o un mal día puede estar en lo que comes en el desayuno. Dale a tu cuerpo energía por la mañana para tener un buen día.

El desayuno ideal debe equilibrar los carbohidratos complejos con las proteínas y las grasas saludables. No hace falta sentarse a la mesa con mantel, cubiertos y platos, soy consciente de que pocas personas tienen tiempo al levantarse para dedicar media hora al desayuno, pero bastan 5-10 minutos cada mañana para preparar un desayuno saludable y bastante completo.

Si además estás intentando perder peso, el desayuno debe ser una prioridad en tu día a día, pues te ayudará a empezar el día con energía para ser una persona más activa, dedicar tiempo al entrenamiento en tu agenda y llegar a la noche con suficiente marcha para hacer una tabla de ejercicios en vez de acabar con la tarrina de helado frente a tu serie favorita.

 

Hace años que hago el siguiente desayuno para empezar bien el día de manera saludable, rápido y energético que no requiere más de 10 minutos si me organizo bien:

Al levantarte bebo un vaso de agua con zumo de limón recién exprimido

¿Por qué? Al añadir el zumo de un limón,es más agradable y refrescante para la primera hora de mañana., consigo empezar el día con un extra de vitamina C, agua para hidratarme, ácidos cítricos y flavonoides del limón con propiedades antiinflamatorias y energizantes.

Ahora que estoy en plena temporada de entrenamientos, incluyo en ayunas unas rodajas de raíces de jengibre y cúrcuma fresca. Así, a palo seco. Son mi energizante y antiiflamatorio natural.

Si te cuesta desayunar como a mi y te levantas sin hambre habitualmente, te recomiendo que dediques 5-10 minutos al levantarte a hacer una tabla o circuito de ejercicios funcionales como fondos, abdominales, zancadas, sentadillas, dominadas, etc. Una tabla de yoga energizante también va muy bien, a mi me tiene enganchada. Da igual lo que hagas, mientras dediques 5-10 minutos a hacer ejercicio y que notes que ya te has ganado la ducha y empiezas a tener hambre para desayunar.

Empieza el desayuno siempre con fruta fresca de temporada, es algo ligero que ‘entra’ fácilmente si no tienes apetito, y al revés, te llena con la fibra saciante de las frutas si eres de los que tiene ‘hambre de lobo’ al levantarte.

Prepara un tazón con:

  • Un yogur natural sin azúcar ni edulcorante.
  • Un puñado de frutos secos naturales (nueces, avellanas, almendras, etc.).
  • Fruta fresca, bien troceada, tipo manzana o pera, o frutas del bosque como arándanos, fresas o frambuesas, según la estación.

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Un café solo o un té negro solo o una infusión que te guste (rooibos, manzanilla, menta, etc.)

Al principio puede que te cueste pasar del café bebido y te sientas algo pesado/a, necesitarás una o dos semanas para acostumbrarte a desayunar y en cuanto empieces a notar como el desayuno te da la energía que echabas en falta en tu día a día, serás uno más del club de breakfast-friends.

Y si puedes permitirte más tiempo para cocinar, empieza a utilizar la cocina a primera hora para variar el desayuno cada día, intercalando este desayuno energético con otros más densos con huevos revueltos, pan de cereales tostado con tomate, aceite de oliva virgen extra, ajo y jamón, tostadas de centeno con queso fresco y salmón, etc.

Ecoportal.net

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