La quema de combustibles fósiles y otras actividades humanas y naturales liberan en la atmósfera enormes cantidades de gases que atrapan el calor.
Estas emisiones provocan que la temperatura de la superficie de la Tierra aumente y que los océanos hayan absorbido alrededor de un 80 por cierto de este calor adicional.
El aumento de los niveles del mar está vinculado a tres factores principales, inducidos por el cambio climático actual: Dilatación térmica: Cuando el agua se calienta, se dilata. Alrededor de la mitad del aumento del nivel del mar que se produjo a lo largo del siglo pasado es atribuible al hecho de que los océanos, al calentarse, ocupan más espacio.
El deshielo de los glaciares y de los casquetes polares: Las grandes formaciones de hielo, como los glaciares y los casquetes polares, se derriten de forma natural en verano. Pero en invierno, las precipitaciones en forma nieve, bastan normalmente para compensar el deshielo.
Sin embargo, las altas y persistentes temperaturas recientes a causa del calentamiento global, son responsables del aumento de hielo derretido en verano y de que las nevadas hayan disminuido debido a que los inviernos se retrasan y las primaveras se adelantan.
Este desequilibrio genera un aumento neto significativo de la escorrentía frente a la evaporación de los océanos, provocando que el nivel del mar se eleve. Pérdida de hielo en Groenlandia y en la Antártida Occidental: Al igual que con los glaciares y con los casquetes de hielo, el aumento del calor está provocando que enormes placas de hielo que recubren Groenlandia y la Antártida se derritan a un ritmo acelerado. Asimismo, los científicos creen que el agua dulce generada por la fusión en la superficie y el agua de mar se están filtrando por debajo de las placas de hielo de Groenlandia y de la Antártida Occidental, lubricando las corrientes de hielo y provocando que estas se deslicen con mayor rapidez hacia el mar.
CONSECUENCIAS
Cuando el nivel del mar se eleva con rapidez, tal y como ha estado haciéndolo en los últimos tiempos, incluso un pequeño aumento puede tener consecuencias devastadoras en los hábitats costeros.
El agua de mar penetra en zonas cada vez más alejadas de la costa, lo cual puede generar consecuencias catastróficas como erosión, salinización de humedales, contaminación de acuíferos y del suelo agrícola, y la pérdida del hábitat de peces, pájaros y plantas.
Cuando las tormentas de gran intensidad tocan tierra, un nivel del mar más elevado provoca temporales de mayor tamaño e intensidad que pueden destruir todo lo que encuentran a su paso.
Además, cientos de millones de personas viven en zonas que cada vez serán más vulnerables al riesgo de inundaciones. La subida del nivel del mar les obligaría a abandonar sus hogares y a mudarse a otra zona.
Las islas de poca altitud quedarían completamente sumergidas.
¿CÓMO EVOLUCIONARÁ EN EL FUTURO?
La mayoría de las predicciones afirman que el calentamiento del planeta continuará y probablemente se acelerará.
Es probable que el nivel de los océanos siga aumentando, pero es imposible predecir a qué velocidad con exactitud. Un estudio llevado a cabo recientemente estima que el nivel de los océanos aumentará entre 0,8 y 2 metros para el año 2100, lo suficiente como para inundar muchas de las ciudades de la costa este de Estados Unidos.
Las estimaciones más alarmantes, incluida la que afirma que la placa de hielo que cubre Groenlandia podría derretirse por completo, estiman el aumento del nivel del mar en 7 metros, lo suficiente como para sumergir Londres, Amsterdam, Lima, Buenos Aires, Montevideo, Asunción y Los Ángeles entre otras grandes capitales.
Mapas de todos los continentes –en el caso de derretimiento total de los hielos del planeta: http://ngm.nationalgeographic.com/2013/09/rising-seas/if-ice-melted-map?rptr egcta=reg_free_np&rptregcampaign=2015012_invitation_ro_all# Ecoportal.net Nathional Geographic http://www.nationalgeographic.es/