La vitamina C o ácido ascórbico se asocia frecuentemente con la salud y la vida sana. Gracias a una sistemática publicidad, existe la noción de que basta ingerir una tableta de 100 o 200 mg o más, para eliminar un resfrío y mejorar la inmunidad, sin embargo, ¿qué contiene el producto que está comprando?
Se piensa que una tableta de vitamina C es como tomar un jugo de naranja. Pocos conocen que en realidad está elaborada por bacterias que transforman la glucosa del maíz en ácido ascórbico. El maíz y la glucosa que se usan suelen sertransgénicos y más aún, para prepararlo de modo más económico y rápido, hoy se usan bacterias genéticamente modificadas que lo replican.
Si cree que el frasco de jugo o alimento que lleva la frase: “contiene antioxidantes”, es un agregado para el consumidor, en realidad es para que los alimentos no frescos luzcan mejor en los escaparates. Por eso se lo distribuye en harinas, lácteos, carnes, embutidos, jugos, cervezas, vinos y todo tipo de procesados.
En estos alimentos procesados, el ácido ascórbico o Vitamina C es de utilidad para el fabricante, para que con los días el producto luzca aún de color apetecible. Se evita que se oxiden. A las carnes y embutidos les devuelve un aspecto más rosado y ayuda a “contrarrestar el efecto tóxico de las nitrosaminas”, señala Compas GMO, en su guía de la Vitamina C comercial.
También se promueve su uso en las harinas de casi todas las mezclas para hornear, para “la procesabilidad de la masa, y la porocidad”.
Incluso la vitamina C comercial se usa en las frutas y verduras en conserva, así como en la patata ultracongelada, para evitar que cambie de color.
Cuando toma vino, cerveza y variados zumos de frutas, si tiene “estabilizantes”, es posible que sea el ácido ascórbico el que se halla incorporado, producido en ambiente de organismos genéticamente modificado (OGM).
Cuando consumen productos que contienen huevo, mantequilla y cereales, también es posible que venga titulado como “suplemento de vitaminas o alimentos, productos ACE-vitaminizados”.
“Cuando se utiliza como un aditivo, la vitamina C se declara en la lista de ingredientes con su descripción química como ácido ascórbico”, destaca Copas GMO.
La realidad es que una sola fruta, un vaso de cítrico fresco, o un plato de verduras preferentemente horneadas o al vapor, ya tienen la dosis necesaria y más que suficiente para eliminar los radicales libres de la propia digestión, respiración y ejercicios.
Sin embargo, el contaminado ambiente en que vivimos exige elevar la dosis, para eliminar los radicales libres que llegan por el aire, el agua y los alimentos insanos y no frescos, que muchos consumen a diario.
Si no se alimenta de frutas y verduras frescas, tendrá también la falta de otras vitaminas y minerales necesarios para el cuerpo, por lo que quizás esa tableta que consume no sería de gran ayuda, y el gasto que se hará en fármacos a futuro, podría ser mayor que el que invierta ahora.
¿Cómo se produce la vitamina C comercial?
Existen varios métodos autorizados para producir la Vitamina C:
Proceso Reichenstein con glucosa transgénica
La síntesis de ácido ascórbico con el Proceso llamado Reichenstein consta de seis pasos. Uno de estos es la fermentación de la glucosa que realizan los microorganismos Acetobacter.
Los Acetobacter son criados “convencionalmente”, lo que significa que no son modificados genéticamente. Sin embargo, la glucosa se obtiene a partir de almidón de maíz con la ayuda de enzimas y generalmente provienen de un ambiente genéticamente modificado.
“La glucosa o almidón pueden ser producidos en parte a partir del maíz genéticamente modificado”, afirma Compas GMO. Además explica que también “las enzimas aplicadas para la producción de la glucosa se realizan con la ayuda de microorganismos modificados genéticamente”.
Síntesis por bacterias recombinadas OMG
En Estados Unidos se usa un proceso más rápido para obtener Ácido Ascórbico con la técnica transgénica, usando organismos Erwinia herbicola, y Erwinia citreus. “Con esto, el proceso de producción se reduce a dos pasos”, agrega el informe.
“También es posible ahora directamente producir la vitamina C y ácido ascórbico, respectivamente, con la ayuda de microorganismos modificados genéticamente. Se supone que este procedimiento es utilizado en algunos países asiáticos que suministran grandes cantidades de vitamina C a Europa”, señala Compas GMO.
Un estudio publicado por la Librería Nacional de Medicina estadounidense describe que para obtener Vitamina C en pocos pasos se utiliza una bacteriaCorynebacterium para clonar aminoácidos que se introducen luego en unaErwinia citreus. El organismo resultante, un mutante recombinado, “convierte la glucosa en 2KLG, un compuesto que se puede convertir fácilmente en L-ascorbato (vitamina C)”.
Con este método, en 72 horas de fermentación, un cultivo de bacterias que recibe 40 gramos de glucosa por litro, convierte el 49,4% en 2KLG.
El Ácido ascórbico, el L-300 y E300m son nomenclaturas aprobadas en Estados Unidos y la Unión Europea donde la Vitamina C se puede introducir como regulador de la acidez en los alimentos, antioxidante para evitar su deterioro y colorantes para que luzcan más bonitos.
Vitamina C en la salud humana
La vitamina C es un antioxidante que protege las células contra los daños causados por compuestos radicales libres. Ayuda a para producir colágeno, mejora la absorción de hierro vegetal y estimula el buen funcionamiento del Sistema Inmunitario, que ayuda a eliminar las enfermedades.
Si se ingiere con alimentos con muchos radicales libres no tiene gran sentido para mantener un cuerpo sano. Si además se trata de un producto transgénico, puede que su consumo sea cuestionado por parte de la comunidad científica y la población que los desaprueba.
El ser humano se enfrenta a una sobrecarga de radicales libres que debe eliminar. Éstos están “presentes en el ambiente por el humo del cigarrillo, la contaminación del aire y la radiación solar ultravioleta”, de acuerdo al Instituto Nacional de Salud en EE.UU.. Entonces, ¿por qué agregar además los de los alimentos procesados?
Además “todas las formas de radiación producen radicales libres”, destaca el laboratorio Ninlab. “Esto incluye la radiación de computadoras, de las radios, de pantallas de televisión, de los microondas, de las radiografías, de la lluvia radiactiva y de la irradiación de alimentos”.
Los médicos y pediatras no se cansan en recomendar que no se debe dejar de consumir las frutas y verduras frescas.
La vitamina C se obtiene fácilmente en las naranjas (70mg), pomelos, papayas, grosellas, guayaba, kiwi, acerola, pimientos rojos y verdes; además de brócoli, coles de bruselas, fresas bien lavadas, melón convencional, papas horneadas, tomates, acelgas, espinacas, brotes de nabos, cilantro, cebollín verde, albahaca, etc.
Su consumo diario le puede ahorrar muchas visitas médicas futuras.
La cocina al vapor y al horno pierde menos vitaminas que la hervida, lo mismo la comida fresca, frente a aquella guardada por días. Las ensaladas y frutas crudas mantienen un alto contenido recomendable.
Los bebés reciben gran cantidad de la vitamina C de la madre gracias a la leche materna, por lo que no necesitan suplementos. En cambio la leche de vaca no la tiene. Cuando se deja de amamantar se debe alimentar al bebé con nutrientes frescos ricos en esta vitamina.
La vitamina C recomendada oscila entre 40 y 50 mg diarios promedio en los bebés; entre 15 a 45 mg diarios entre los niños de 1 a 13 años; 65 y 75 mg en los adolescentes mujeres y hombres respectivamente; 75 y 90 mg en mujeres y hombres adultos; 85 mg en embarazadas y 115 a 120 mg en madres en período de lactancia.
Si usted fuma, debe añadir 35 mg a los valores arriba indicados para calcular la cantidad total recomendada de vitamina C que necesita cada día.Ecoportal.net
Por Anastasia Gubin
La Gran Epoca