Según un estudio del grupo de liderazgo climático Ciudades C40, Las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del consumo urbano deben reducirse un 50 % de aquí a 2030 y un 80 % para 2050 para evitar una crisis climática “catastrófica”.
Esta prestigiosa organización agrupa a 94 de las mayores urbes del planeta, que aglutinan a más de 700 millones de habitantes y una cuarta parte de la economía mundial. Según la conclusión a la que llegaron tras el análisis a gran escala realizado junto a la consultora Arup y la universidad británica de Leeds, el recorte en las emisiones de gases urbanos es imprescindible para mantener la posibilidad de que el aumento de la temperatura a finales de siglo no supere los 1,5 grados.
Los principales sectores del planeta que deben hacer el esfuerzo son: Europa, Estados Unidos y el este asiático, a los que se les pide reducir el impacto climático de su consumo en dos tercios en la próxima década, donde se imponen cambios en la alimentación, la construcción, la vestimenta, el transporte y la electrónica. Mientras que América Latina, África y el sur y oeste de Asia tienen como desafío adoptar modelos sostenibles en su desarrollo.
El estudio analiza que las emisiones ligadas a la alimentación deberían caer un tercio para 2030 con una dieta basada en vegetales, cantidades saludables, evitando el desperdicio por grandes cantidades. Por ejemplo, el consumo de carne anual de una persona podría verse reducido de los 58 kilos actuales a 16.
Respecto a las emisiones resultantes de la construcción se concluyen que caigan un 26 % para 2030, con incentivos para reducir el uso de acero y cemento o aprovechar al máximo la capacidad de los edificios.
También el análisis ve necesario recortar un 28 % las emisiones ligadas al transporte privado por carretera, o un 26 % en la aviación, sobre la que señala que “debería haber una reducción media del 28 % en el número de vuelos entre ciudades del C40”.
Según las conclusiones estiman que reducir los vuelos y usar combustible sostenible podría evitar 70 millones de dólares (62 millones de euros) en daños derivados de la contaminación aérea. Y comer menos carne roja y más frutas y verduras podría prevenir 160.000 muertes anuales vinculadas a crisis cardíacas, cáncer o diabetes.
Entre las ciudades que pertenecen a esta red presidida por la parisina Anne Hidalgo, también figuran Madrid, Barcelona, Pekín, Hong Kong, Shanghái, Tokio, Seúl, Berlín, Londres, Estambul, Roma, Ciudad de México, Buenos Aires, Bogotá, Río de Janeiro, Lima, Santiago de Chile, Nueva York, Los Ángeles o Washington.
Con información de efeverde.com
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