En los países industrializados estamos acostumbrados a abrir el grifo cuando queremos beber agua, pero eso no es tan fácil para la mayoría de la población mundial. El 20% de la población no tiene acceso a agua potable y cada año 2,5 millones de personas mueren de sed o por beber agua contaminada. Estos datos nos deben hacer reflexionar sobre este problema.
Imke Hoehler se ha preocupado por este tema y ha diseñado la DropNet, un proyecto de final de carrera que pretende aprovechar la niebla para conseguir agua potable. La estructura, similar a una tienda de campaña, filtra la diminutas gotas de agua de la niebla y las concentra. Cada una de estas estructuras puede recolectar hasta 20 litros de agua al día. Además es muy fácil de montar y adaptable, puede instalarse sobre cualquier tipo de terreno, ya sea llano o irregular.
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