El jengibre es una raíz cultivada tradicionalmente en Oriente. Es una especia y una hierba medicinal. En la medicina oriental tradicional, el jengibre se usa para aliviar los síntomas respiratorios y menstruales, los dolores musculares y articulares e incluso para tratar quemaduras. Es una hierba caliente, que aporta calor al cuerpo, siendo eficaz como escaldar pies, compresas y tés. Como condimento, es muy agradable en ralladura fina, en ensaladas crudas, dulces y galletas, así como en el condimento de carnes y pescados.
Como tiene un sabor muy activo, se recomienda su uso en pequeña cantidad. Para su uso medicinal se recomienda precaución en la dosificación, ya que su ingesta excesiva puede provocar malestar estomacal en algunas personas y, en otras, un aumento de la presión arterial. Cada persona es diferente, cada caso es único, así que pruebe su sensibilidad antes de abusar del jengibre.
El cultivo de tu casa es muy fácil y vale la pena tener siempre mano de jengibre. Consulta, a continuación, paso a paso, los consejos que te facilitarán tu cultivo y mantenimiento:
1. El jengibre se multiplica fácilmente por el rebrote de la raíz, el rizoma. Elige un rizoma sano, ni blando, ni viejo ni arrugado y, si ya tienes brotes verdes, mejor. El rizoma ya brotado es suficiente para dividir, dejando un brote por maceta, por encima del suelo.
2. Si el jengibre que compró aún no tiene brotes verdes, déjelo en remojo durante una noche en agua tibia. Los brotes van a aparecer.
3. En una maceta grande (el jengibre crece horizontalmente), cubra el fondo con piedras para drenar y una mezcla de tierra orgánica y compost o compost bien curado, con una parte de arena de río. Lo importante es que tengas un sustrato rico en materia orgánica y bien drenado, para no acumular agua y pudrir los rizomas.
4. Los rizomas germinados deben colocarse en este jarrón con los brotes hacia arriba, con la punta hacia arriba.
5. Riegue abundantemente con agua de pozo (el cloro de las aguas tratadas no es bueno, así que si solo tiene agua tratada déjela reposar, en un recipiente abierto, durante 24 horas).
6. Coloque el frasco de jengibre en un lugar cálido y con sombra (queda bien en el interior, cerca de una ventana, pero no bajo la luz solar directa). Mantén la tierra húmeda. Riegue con frecuencia, especialmente después de que aparezcan los cogollos, pero no deje que la tierra de la maceta se empape. En unas semanas verás aparecer las hojas y, en 3 a 4 meses, podrás cosechar tus rizomas para su uso, sin dañar la planta. Para ello, debes darle la vuelta a la tierra con la mano para encontrar los rizomas maduros. Simplemente corte la cantidad que necesitará y cubra nuevamente con la tierra, que queda.
Por GreenMe. Artículo en portugués