Complementar el cepillado con un enjuague bucal es una buena práctica de higiene. La función del enjuague no es sólo dejar un aliento fresco o mejor sabor en la boca… puede cumplir una función terapéutica importante.
Suele pasar que después del cepillado, sangren un poco las encías… padezcamos de gingivitis, alitosis, encías sensibles, entre otras molestias bucales.
Esta receta de enjuague bucal, ayudará a mejorar todas estas cuestiones
Receta enjuague bucal casero
Ingredientes
- 1 cucharada sopera de tomillo
- 1 vaso de agua
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1 cucharadita de sal
- Aceite esencial de eucalipto
- Aceite esencial de menta
Preparación
Hervir el agua con el tomillo. Añadir el bicarbonato y dejar enfriar. Cuando esté frío, agregar 2 o 3 gotitas de aceite esencial de menta y otras 2 o 3 de eucalipto.
Poner en una botellita o tarrito de vidrio y conservar en la heladera porque se trata de un producto acuoso.
Como puede resultar un tanto desagradable enjuagarse con el preparado frío, conviene retirarlo de la heladera unos minutos antes.

Propiedades de esta receta
El tomillo tiene timol, que es un antiséptico bastante efectivo, así que resulta ideal para calmar la inflamación de las encías. Una de las más reconocidas marcas comerciales de enjuague bucal lo utiliza en su formulación.
El bicarbonato es un buen preventivo para la alitosis porque ayuda a neutralizar las bacterias de la boca que provocan la placa dental y generan el mal olor.
Los aceites esenciales de menta y eucalipto son agradables por su sabor y por sus propiedades antibacterianas. El aceite de menta en particular, además de generar un aliento fresco, tiene mentol, que ayuda a producir saliva, lo que es bastante bueno ya que la sequedad bucal es uno de los motivos por los que pueden aparecer caries, gingivitis o mal aliento.
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