Armas de contaminación masiva
“Frente a la conflictividad ambiental que irá a más (por la escasez de recursos, por el número de refugiados y refugiadas climáticas, por el aumento … Leer Más
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Un promedio de 26,4 millones de personas por año son desplazadas de sus hogares debido a los desastres ambientales. Foto: Michael Nash, Director de los Refugiados Climáticos.
Barack Obama, una figura decorativa en la Casa Blanca que no pudo impedir que un personaje como Benjamin Netanyahu se dirigiera a ambas cámaras del Congreso para sabotear las conversaciones con Irán en relación con el programa nuclear de este país, ha recibido una orden terminante del complejo “militar-industrial-financiero”: debe crear las condiciones que justifiquen una agresión militar a la República Bolivariana de Venezuela. La orden presidencial emitida hace pocas horas y difundida por la oficina de prensa de la Casa Blanca establece que el país de Bolívar y Chávez “constituye una infrecuente y extraordinaria amenaza a la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”, razón por la cual “declaro la emergencia nacional para tratar con esa amenaza”.
Una de las lecciones que los halcones norteamericanos aprendieron luego de la derrota sufrida en Vietnam es que el control del frente interno -es decir, la orientación de la opinión pública en la retaguardia- puede llegar a ser tan determinante como la fuerza del aparato militar que se despliegue en el teatro bélico. De ahí que desde entonces la industria cultural estadounidense se haya dedicado -salvo honrosas y marginales excepciones- a “re-educar” a la población para que conciba a las guerras de rapiña que conduce el imperio como heroicas cruzadas destinadas a perseguir a monstruosos terroristas.
Debemos cuestionar a las industrias de la seguridad que están floreciendo con el miedo que genera la inacción de nuestros Gobiernos frente al cambio climático. No es que los Gobiernos hayan decidido quedarse de brazos cruzados, como suele decirse, sino que están asegurándose activamente de que el cambio climático sea una realidad. Y es que cada planta de carbón construida en China, cada pozo petrolífero perforado en el Ártico y cada yacimiento de gas explotado por fracturación hidráulica en los Estados Unidos de petróleo fijan carbono en la atmósfera durante al menos mil años y eso significa que, aunque en los próximos años se tomen medidas radicales para reducir las emisiones, nada será suficiente para impedir que el calentamiento global se desboque.
A los extranjeros se les entregan los yacimientos de crudo a bajos costos. Los monopolios en las regiones donde exploran no resarcen los grandes daños a los ecosistemas y la infraestructura. Además, han traído la violencia y el fortalecimiento de paramilitares a sueldo, como el caso de la OXI, la BP-Amoco y la española Repsol, que se han visto vinculadas por patrocinar a grupos de militares que han violado los derechos humanos. El aumento de las desigualdades sociales, el constante deterioro del medio ambiente y la pérdida de la soberanía, muestran los intereses que defienden nuestros gobernantes pro imperialistas.
La historia se repite, y muy probablemente concluya de la misma manera. El golpe de estado en Honduras es una re-edición del que se perpetrara en Abril del 2002 en Venezuela y del que fuera abortado ante la fulminante reacción de varios gobiernos de la región en Bolivia el año pasado.
«Diego García» es una prisión secreta que se levanta en tierras que fueron robadas a los habitantes originarios del lugar. La isla es un territorio británico de ultramar alquilado a USA por Inglaterra. Es una suerte de patíbulo —la muerte en vida—, y el primer escalón, la antesala, para merecer el alivio de pasar a Guantánamo: ese cadalso con el que Barack Obama prometió terminar.
Vieques es una isla-municipio de Puerto Rico, de 21 millas de largo por 4 millas de ancho, localizada a 8 millas de la costa sudeste de la isla principal. En la década del 1940 la Marina de Guerra de Estados Unidos ocupó 3/4 partes del territorio de Vieques, y por sesenta años lo utilizó como sede de sus operaciones militares en el Atlántico y el Mar Caribe. La Marina transformó a Vieques en uno de los campos más activos del mundo para el entrenamiento de pilotos, ensayar con nuevos sistemas de armamentos y alquilar las facilidades a fabricantes de armas y fuerzas armadas aliadas de Estados Unidos.
La criminalización implica el “ponernos el dedo”, “señalarnos”, equipararnos y convertirnos en delincuentes organizados y/o terroristas, lo que permite que una gran parte de la sociedad vea nuestro trabajo de defensa de los derechos humanos como fuente del conflicto social y permitirá más adelante que el Estado nos criminalice o que los grupos paramilitares a su servicio nos ataquen.
La ocupación militar durante más de cincuenta años por el ejército israelí en Palestina ha supuesto una cadena ininterrumpida de ataques contra los derechos humanos. Uno de los últimos y más graves ha sido la construcción, de un muro que pretende separar no solamente los territorios palestinos ocupados (TTOO) del territorio israelí, sino a los propios palestinos entre sí.
El proyecto económico hegemónico del gobierno de los Estados Unidos (EU) sobre el Continente Americano, sólo será posible si es garantizado bajo un proyecto militar que le dé sustento y viabilidad ante el disenso social cada vez más generalizado y el de algunos gobiernos de América Latina.