Mientras mutaban según épocas y conveniencias entre "anti y pro mineros", Maza y Herrera vinieron otorgando en silencio permisos de acceso para tránsito pesado de equipos, tóxicos, explosivos y demás linduras de la empresa Barrick Gold a través de caminos del sudoeste riojano, pasando por la mítica Escuelita del Zapallar donde sembró su luz el gran maestro Don Felipe Dávila, con destino al mega proyecto binacional Pascua Lama en la alta cordillera de San Juan. Un hecho que parece salido de la anticipación genial de la narrativa de Daniel Moyano en su inolvidable novela "Tres Golpes de Timbal", recientemente reeditada en Córdoba.