Pasteras, mineras, petroleras, semilleras, todos gatos de la misma bolsa
Existe una serie de actividades cuyo furioso desarrollo en los países del llamado tercer mundo está modificando gravemente cuestiones como la diversidad biológica, … Leer Más
Existe una serie de actividades cuyo furioso desarrollo en los países del llamado tercer mundo está modificando gravemente cuestiones como la diversidad biológica, … Leer Más
Pascua Lama, la mina de oro de Barrick Gold, está congelada por decisión de la Corte Suprema de Chile. Monsanto debió paralizar la construcción de una planta de semillas en Córdoba por la masiva oposición de la población. Las grandes empresas extractivas empiezan a cosechar derrotas. En toda la región latinoamericana se suceden conflictos por la resistencia de los pueblos a un modelo que destruye el medio ambiente y limita la posibilidad de que las comunidades sigan cultivando la tierra y viviendo como ellas desean. Entre ellos, destacan los conflictos contra la minería y contra las fumigaciones y cultivos transgénicos.
Con su fallo a favor de Botnia la Corte internacional de La Haya, legitima un modelo sostenido en la tecnología, que aprovecha la vulnerabilidad de los países pobres, desestimando la condición y el derecho del ambiente y la opinión de la gente. La justicia existente no considera el principio de precaución como elemento central por lo que solo se puede juzgar si un proceso contamina una vez que contaminó, y además es necesario luego probar la relación causal entre una posible causa o causante y un resultado o victima. Esta demanda técnico-jurídica es uno de los mayores obstáculos que suele encontrar la justicia ambiental. Y el principio precautorio sirve, entre otras cosas, para prevenir esta insuficiencia que favorece claramente los intereses de los contaminadores
Uruguay actuó como actúan las potencias: sobre los hechos consumados. Más allá de lo que las leyes internacionales escritas y las actitudes tácitas transmitan a través de su letra y espíritu, las naciones de peso han recurrido una y otra vez al ejercicio del poder y luego negociar desde una posición de facto. Montevideo ha reproducido esta conducta en su relación con Argentina.
Advierten que Latinoamérica se encuentra en una encrucijada, a punto de ingresar en un espiral descendente de más contaminación, más pobreza y menos calidad de vida. Si no se revierte el hiper-consumismo de las economías del norte, no habrá solución posible para el cambio climático, el agotamiento de los recursos vitales como el agua y el aumento descontrolado de la pobreza.
El derrame tóxico que envió al hospital a quince obreros de la planta, eliminó a gran cantidad de palomas y aves diversas que “caían del cielo como lluvia”. Para el gobierno uruguayo tampoco fue un accidente, en realidad insisten en explicaciones de la empresa, que “hubo una incorrecta manipulación de las sustancias porque no se tuvo en cuenta la volatilidad del producto.” Una vez más la culpa es de los obreros.
La empresa finlandesa Botnia presenta una particularidad que la distingue de todos los demás emprendimientos –nacionales y extranjeros- existentes en el país: su encerramiento en enclaves estrechamente vigilados por guardias de seguridad privada y por funcionarios policiales. En un breve recorrido por Paysandú y Fray Bentos realizado entre el 28 y 29 de julio pudimos identificar cuatro de tales enclaves: el vivero, la fábrica, el barrio de los trabajadores y el barrio de los ejecutivos.
La coordinadora de la Asociación Redes-Amigos de la Tierra de Montevideo advierte que la instalación de las plantas de celulosa de Botnia y Ence consolidará un modelo económico perjudicial para su país, dominado por la concentración y la extranjerización de la tierra. “Todas las unidades productivas están siendo adquiridas por cinco empresas forestales”, subraya.
El 27 de setiembre de 2006 tuvo lugar un acontecimiento inusitado en Soriano, cuando productores de los parajes “Colonia-Agraciada” y “Buena Vista” del departamento de Soriano y vecinos de las localidades de Nueva Palmira y Agraciada, cortaron la ruta 21 en rechazo a la instalación de la planta de ISUSA en la 4ta. Sección Judicial del departamento de Soriano. Su relación con la fábrica de Botnia.
Deberíamos tener en claro que cualquier proyecto de desarrollo implica algún impacto sobre el ambiente. Pero ese impacto no es igual para todas las actividades y varia ampliamente según las tecnologías utilizadas y las precauciones que se tomen. La cuestión es decidir en cada proyecto si la relación beneficio/riesgo es favorable o no lo es. Es decir, si el daño que hacemos al ambiente se justifica en función del empleo y la riqueza a producir.
¿Qué tal si nuestra política forestal se guiara por el principio de proteger la biodiversidad y el ecosistema natural del país, si se prohibieran los monocultivos con transgénicos y especies exóticas, si se fijaran límites máximos a las áreas de plantación? ¿Qué tal si se redujeran al mínimo los agrotóxicos y se exigieran las normas de uso? Para algunos, éstas parecen ser medidas radicales pero al fin y al cabo, desde otro ángulo, no sería más que imitar algunas cosas buenas ya experimentadas por el pueblo finlandés.
No es necesario una mediación del Rey de España o del último presidente soviético, para llegar a un acuerdo satisfactorio para los dos países hermanos. Las soluciones deben ser políticas, y para ello ambos presidentes deben sentarse en una misma mesa de negociaciones y ceder cada uno de ellos algo, para llegar a una solución al conflicto que nos beneficie a todos.
Analizando el contexto mundial, la afectación producida por la minería a cielo abierto y el empleo de sustancias toxicas en actividades mineras a lo largo de todo el planeta ha generado la necesidad de establecer nuevas normas adecuadas a las nuevas realidades, advirtiéndose que en el derecho comparado la tendencia legislativa se dirige a la prohibición de dichas actividades y a la prohibición del empleo de sustancias tóxicas en la minería
Era evidente que habíamos llegado. Un enorme cartel, colocado a lo largo de un puente, al parecer peatonal, que cruzaba la ruta, lo advertía: NO A LAS PLANTAS DE CELULOSA. Cuanto más avanzaba el micro que nos transportaba, ese mensaje, palabra y grito, se repetía en automóviles, comercios, postes, paredones, remeras y gorras. Aquí y allá: No a las papeleras. Sí a la vida.
En su búsqueda de alternativas, la industria enfocó hacia el Sur. En materia de contaminación, ya existía una tendencia en el Norte a comenzar a trasladar sus industrias contaminantes a países pobres dispuestos a aceptar cualquier tipo de inversión. La producción de celulosa entraba claramente en esa categoría.
Las difíciles relaciones del gobierno progresista con los problemas ambientales no se explican sólo por problemas propios de los diversos factores en juego sino también por aspectos históricos e ideológicos de la izquierda fundadora del Frente Amplio, en donde influye la cultura del país, en particular las del sindicalismo y la universidad.