Estamos inmersos en un mundo, en el que los principales gobernantes se han fijado la necesidad de asumir objetivos a largo plazo, en cuanto a la preservación del entorno se refiere. El planeta da síntomas de que el cambio climático es ya una realidad, y todo lo que sean medidas para poder paliar estos efectos, se ven con buenos ojos desde muchas esferas de la sociedad.
Cada cierto tiempo, se llevan a cabo grandes cumbres mundiales sobre este campo, en las que se reúnen los países más poderosos del mundo, para intentar poner encima de la mesa una operativa común de actuación en contra del cambio climático. En esas reuniones, pese a la procedencia de los ponentes, hay un eje común y es que el inglés es el idioma universal para comunicarse.
El idioma anglosajón se ha convertido desde hace algunas décadas en la lengua universal, con la que comunicarse en reuniones internacionales de esta naturaleza, y no solo eso, ya que se está generalizando la necesidad de su aprendizaje en otros estratos de la sociedad. En estos momentos no se entiende que una persona formada no cuente con un nivel alto de inglés entre sus cualidades, siendo este un hecho capital a la hora de buscar un empleo que posea las condiciones soñadas.
Por lo tanto, cada vez es más asiduo encontrar a millones de personas dentro del estudio de esta segunda lengua. Se puede decir que la globalización está llevando a que aprender inglés no sea una opción, sino más bien una obligación para poder encarar el día a día con garantías.
Como ocurre en el ámbito de las cumbres medioambientales a nivel mundial, cada vez son mayores los empleos que hacen interrelacionar a ponentes de un lugar y otro antagónico del planeta. En este punto, el inglés se hace más necesario que nunca puesto que cada vez son más asiduas este tipo de colaboraciones. Antes eran muy esporádicas debido a la dificultad de poder establecer comunicación en tiempo real a tanta distancia, pero con la llegada de las nuevas tecnologías esto ha cambiado. Cada minuto se producen videollamadas en inglés en todo el globo terráqueo por motivos laborales, siendo este un hecho que indica la necesidad de este idioma en futuro más inmediato.
Es cierto, que en las grandes reuniones de mandatarios mundiales cada vez son menos los dirigentes que exigen la necesidad de un intérprete. Estos dirigentes han demostrado la necesidad de contar con un buen nivel de inglés, puesto que, de ello, depende algunas de las decisiones más importantes que incumben a toda la población mundial.
La relación entre sostenibilidad y el aprendizaje de idiomas nunca ha estado tan clara, y eso es síntoma de que ambos aspectos están en auge.