Desde el lunes y durante los próximos 15 días se reúnen en Katowice los negociadores internacionales para concluir las herramientas necesarias para dar cumplimiento al Acuerdo de París.
En diciembre de 2015 se cerraba el Acuerdo de París, un documento que dejaba el mandato de definir las herramientas necesarias. Esta falta de concreción no fue impedimento para que este acuerdo se convirtiera en el que más rápidamente ha sido firmado por la mayor parte de la comunidad internacional. Los países en aquel momento parecían dispuestos a limitar el incremento de la temperatura global en 2 ºC y a ser posible por debajo de 1,5 ºC, tal y como estipula el artículo 4 del Acuerdo de París.
Las negociaciones se iniciaron en 2016 en la Cumbre de Marrakech, cuando se abriese por primera vez la Convención Marco de Naciones Unidas bajo el Acuerdo de París (CMA1). En esta cumbre se recogió que la evaluación de los compromisos presentados nos dirigía a un calentamiento global superior a 3,5 ºC por lo que se hacía necesario incrementar los compromisos. Lo que impulsó la realización de un proceso de diálogo paralelo que permitiese unificar posturas, el conocido como Diálogo de Talanoa.
La falta de avances forzó la realización de un encuentro adicional en septiembre en Bangkok, donde se abordaron algunas discusiones fundamentales que dejaron patente la diferencia entre países del norte y del sur global. El resultado de la cumbre ha sido un conjunto de documentos que suman 300 páginas. En ellas se recogen todas las apreciaciones, comentarios y objeciones que han manifestado los países durante esta semana de negociaciones. Sobre estos documentos las presidencias deberán de hacer propuestas de textos que deberán ser aprobados durante la COP24.
Pasos claves
Apostar “por la economía verde, no por el gris de la economía carbonizada” es la clave, remarcó durante la inauguración, António Guterres, secretario general de Naciones Unidas. Hay que “movilizar cuanto antes recursos para mitigar el avance del cambio climático” exhortó a los delegados presentes e hizo énfasis en la “oportunidad económica que supone la transición a un modelo económico respetuoso con el medio ambiente”.
“No estamos haciendo lo suficiente para capitalizar las enormes oportunidades sociales, económicas y ambientales que supone la acción climática”, afirmó Guterres, quien como el resto de la plana de Naciones Unidas quiere hacer llegar a la sociedad global el mensaje de que un cambio a la economía verde es algo positivo que generará nuevas vías de negocio, empleo y bienestar.
Un discurso ambiguo
Andrzej Duda presidente del país anfitrión, Polonia, mantuvo un discurso más ambiguo en el que coincide en sumarse a la lucha contra el cambio climático pero sin que eso suponga limitar la soberanía nacional de cada país y su disposición sobre sus propios recursos energéticos.
“El uso de los recursos naturales propios, en el caso de Polonia del carbón, y la seguridad energética que esto nos reporta no está en conflicto con la protección del clima y con el avance hacia una política climática más activa”, dijo Duda durante su intervención ante el pleno, donde se desmarcó del resto de mandatarios que apostaron sin fisuras por reducir el uso de combustibles como el carbón.
Oportunidad de liderazgo
Para la subdirectora del programa global de clima y energía del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), Vanesa Pérez, “este tipo de citas dan la oportunidad a los países de tomar liderazgo”, por lo que espera que el Gobierno polaco “comience a cambiar su discurso y a lanzar mensajes muy claros dirigidos a la reducción de emisiones y a una economía más limpia”.
Expectativas aparte, esta cumbre “sólo será un éxito si se logra acordar reglas de implementación del Acuerdo de París, con un compromiso por escrito de los países para tener antes de 2020 sus acciones nacionales revisadas”, subraya Pérez.
El informe SR1.5
Este encuentro que viene precedido de la publicación del Panel Intergubernamental de Cambio Climático sobre 1,5 ºC que espera la adopción de sus conclusiones por parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático. En este informe conocido como SR1.5 el IPCC se muestra especialmente crítico con la comunidad internacional y afirma que los compromisos del Acuerdo de París “son superiores a cualquier escenario compatible con limitar la temperatura global en 1,5 ºC”.
Para Javier Andaluz, coordinador de Clima y Energía de Ecologistas en Acción, “el informe de 1,5 ºC muestra con claridad que el tiempo de actuar se agota. La comunidad internacional no tiene justificación posible para ralentizar la lucha climática, desoyendo la urgencia de lograr herramientas robustas capaces de iniciar el descenso de las emisiones globales de forma inmediata”. Andaluz añade que “dado que el plazo se agota, de la cumbre de Katowice deben de salir todas las herramientas necesarias sin aplazar ningún debate, como viene sucediendo desde la adopción del Acuerdo de París”.
Ecoportal.net
Con información de:
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