Si bien las autoridades en materia energética de Brasil niegan que se pueda estar cerca de tomar medidas como el racionamiento de energía eléctrica, hicieron un llamado de atención a empresas y particulares para no derrochar energía.
Bento Albuquerque, ministro de Minas y Energía de Brasil, expresó en un inusual comunicado nacional que “Brasil afronta una de las peores sequías de su historia“, y admitió que “la escasez de agua ha provocado en muchos preocupación, con la posibilidad de un racionamiento” del servicio, como sucediera en el año 2001.
Por otro lado llevó cierta tranquilidad a la población asegurando que la red de sistema eléctrico nacional “evolucionó mucho” desde aquella vez y que actualmente no se depende sólo de las represas hidroeléctricas que representan un 63% de aprovisionamiento, sino que se cuenta con otras fuentes, como la solar, nuclear o eólica.
También existen algunas plantas térmicas que se podrían activar en caso de emergencia, pero esto significa que en los próximos meses los ciudadanos tendrían que pagar por una electricidad mucho más contaminante y costosa.
Además, el gobierno también tiene la posibilidad de autorizar la importación de electricidad desde Uruguay y Argentina en caso de necesidad para normalizar el abastecimiento eléctrico.
Brasil enfrenta su peor sequía de los últimos 91 años

Como primera estrategia a nivel industrial, se acomodarán los horarios laborales para evitar sobrecargas en el sistema, optando por los momentos alejados de los picos de consumo.
El ministro instó a que los sectores de servicios y a la ciudadanía en general, se sumen al esfuerzo nacional por el ahorro de agua y energía en este momento crítico. De esta manera, se logrará evitar “presión sobre el sistema eléctrico“
Por su parte el presidente Jair Bolsonaro expresó que “se trata de la mayor crisis de la que se tiene noticia. Tenemos otro azar. No ha llovido y la lluvia generalmente cae hasta marzo. Es decir que ahora estamos en la fase de sequía. Vamos a ver qué podemos hacer”. Pese a este panorama, el líder ultraderechista, todavía no ha dado el visto bueno a ningún plan para intentar resolver el problema.
El motivo de la sequía que aqueja a Brasil

Los especialistas aseguran que la sequía actual podría agravarse más en los próximos meses y que se debe a diversos factores.
Uno de los factores, es La Niña, fenómeno natural que causa la disminución de lluvias al sur del país. A esto se suma la deforestación del Amazonas que crece a pasos agigantados desde la asunción de Bolsonaro en 2019. El presidente de ultraderecha lleva adelante políticas de desarrollo sin contemplar las consecuencias a nivel ambiental en uno de los puntos verdes claves para todo el planeta.
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