El delfín rosado de la Amazonía se encuentra amenazado por la pesca, las hidroeléctricas y la contaminación. Para velar por su seguridad y conocer más sobre la especie, se les ha implantado un chip que los monitorea satelitalmente.
Estos delfines, llamados “botos” en Brasil, han sido nombrados “Embajadores del río Amazonas”, pero no se cuenta con suficientes datos sobre ellos. Es por eso que WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) junto a otras ONG´s y organizaciones gubernamentales iniciaron un plan para recabar información con el fin de velar por su conservación.
Las primeras estrategias consistieron en realizar censos, educar y entrenar a líderes locales, diseñar programas educativos y estudiar la biología de estos animales. Actualmente los investigadores se encuentran siguiendo en forma satelital a las poblaciones de delfines rosados por los ríos del Amazonía. En pequeñas embarcaciones con el apoyo de pescadores e indígenas los investigadores salieron en busca de los delfines de las especies Innia geoffrensis e Inia boliviensis para instalar los diminutos aparatos electrónicos en sus aletas.
Ya son unos once delfines, distribuidos por Brasil, Colombia, Bolivia y Perú, los monitoreados diariamente y que facilitan información de los cetáceos: perfil genético, aspectos de salud, contaminación por mercurio, comportamiento ante las represas hidroeléctricas.
“Se trata de un sistema pionero en el Amazonas. Había sido hecho antes con radio, pero es la primera vez que se realiza con satélite y así conseguimos acompañar a los animales en tiempo real”, explicó a Efe Marcelo Oliveira, especialista en conservación del Programa Amazonía, de WWF Brasil.
Problemas a los que se enfrentan los delfines
Las hidroeléctricas, según Oliveira, dejan el paisaje más uniforme y pueden modificar las poblaciones de peces, principal alimento de los delfines amazónicos, aunque las conclusiones finales podrán ser extraídas gracias al control vía satélite.
Un estudio publicado en la revista Nature en 2017 contabilizó 140 represas que ya están en funcionamiento en la Cuenca y 428 represas en los planes de distintas empresas y gobiernos.
Los delfines rosados también sufren la presión de la pesca. Especies como la piracatinga se sienten atraídas por la carne de estos cetáceos, que es más grasa y tiene un olor más fuerte. Algunos pescadores de la región amazónica matan delfines para usarlos como cebos.
“Nosotros, que vivimos aquí, sabemos que los problemas ambientales solo aumentan y los daños a los ecosistemas son cada vez mayores”, comenta el investigador colombiano Fernando Trujillo, de la Fundación Omacha.
El objetivo de este trabajo de seguimiento es recabar más información sobre la especie para poder tomar decisiones y acciones que protejan al delfín rosado y su hábitat.
WWF estima que actualmente hay entre 20.000 y 50.000 ejemplares de delfines en la Amazonía, pero aún quedan muchas áreas “inexploradas” en la región por lo que la cifra es incierta. De las siete especies de delfines de agua dulce del planeta, el Amazonas concentra la mayor población.
¿Cómo es el proceso de marcaje de los delfines?
El proceso sigue un protocolo riguroso que prioriza el bienestar de los animales. La captura se da con el uso de redes manipuladas por expertos. Una vez atrapados, los defines son llevados a la orilla para marcarlos en una operación que dura alrededor de 15 minutos en promedio, antes de ser devueltos al agua. Durante el marcaje ninguno de los delfines resultó lesionado durante la operación y ninguno mostró ningún efecto negativo después del lanzamiento.