El nopal es una planta típica de México, pertenece a la familia de las catctáceas y con su jugo han creado un plástico biodegradable que ayudará a disminuir la contaminación.
La investigadora académica Sandra Pascoe, de la Universidad del Valle de Atemajac en Guadalajara, México, es la responsable del proyecto.
Luego de muchos experimentos con el nopal, pudo lograr su objetivo utilizando el jugo de la especie de cactus Opuntia ficus indica, el nopal más común usado en la cocina mexicana como verdura. Recientemente sumó a sus experimentos el nopal Opuntia megacantha, que se consume por su fruto jugoso llamado “tuna”.
“Básicamente el plástico se forma con los azúcares del jugo de nopal, los monosacáridos y polisacáridos que contiene“, confirma la investigadora.
El nopal tiene como propiedad, una consistencia muy viscosa que proviene de azúcares, pectina y de ácidos orgánicos y “esa viscosidad es lo que estamos aprovechando para que se pueda producir un material sólido”, afirma.
En su laboratorio del Departamento de Ciencias Exactas e Ingeniería, Pascoe hizo una mezcla del jugo del nopal decantado y sin fibra con glicerina, ceras naturales, proteínas y colorantes para crear una fórmula que se seca en planchas para obtener láminas de plástico delgadas.
Este proceso fue registrado en 2014 en el Instituto Mexicano de Propiedad Intelectual (IMPI) y su desarrollo ha sido posible con la financiación obtenido del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) de México.
Cómo se degrada este plástico natural

Las investigaciones avanzan, ahora Pascoe con el apoyo del campus de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guadalajara, está por descubrir las características de degradación de este plástico, es decir, en qué condiciones y cuánto tiempo tarda en descomponerse en un ambiente natural.
“Hemos hecho pruebas muy sencillas de degradación en el laboratorio, lo hemos puesto por ejemplo en agua y hemos visto que sí se deshace, falta hacer la prueba química para ver si realmente ese material ya fue completamente desintegrado, hemos hecho también pruebas en tierra humedecida tipo composta y también se deshace el material”, comentó.
Cómo puede utilizarse este bioplástico
Respecto de los usos, este plástico podría ser utilizado específicamente para reemplazar las bolsas de los supermercados y para crear materiales de baja densidad como recipientes para cosméticos, bases para prototipos científicos, bisutería y hasta juguetes.
“Al estar estudiando y haciendo las pruebas de dureza y resistencia nos hemos dado cuenta que puede ser un material que se utilice en diferentes aplicaciones. Esa forma inicial que obtenemos la podemos fundir y meterla a moldes”, informó.
Próximos pasos
El siguiente paso, asegura, es buscar recursos para generar o comprar una máquina que pueda hacer los moldes especiales y crear un prototipo de bolsas para que las empresas conozcan el proyecto y se interesen en adoptarlo.
La innovación está en proceso de patente. Una vez que esta sea otorgada por el IMPI, se estará en posibilidades de generar convenios para transferir la tecnología a las empresas interesadas, asegura.
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Con información de https://www.efeverde.com/