Por Jimena Lobos
Con este fin, la firma de arquitectos Terry & Terry, con base en San Francisco, ha diseñado una casa flotante que sería capaz de permanecer en la superficie del agua en caso de inundaciones, al tiempo que quedaría anclada a la tierra por debajo del agua.
La han bautizado Tidal House, literalmente “casa de las mareas” en español. El diseño fue concebido como parte de la XV Feria Internacional de Arquitectura de la Bienal de Venecia, en Italia.
El proyecto está todavía en su etapa conceptual, pero este tipo de arquitectura, que se adapta a los cambios ambientales, podría convertirse el futuro de las viviendas y demás edificios costeros. Existen otros ejemplos de casas flotantes, como las diseñadas por la empresa Friday, que además son autosuficientes y pueden producir un año de energía en 6 meses.
Otra característica sustentable de la casa flotante es que gracias a la forma esférica y aerodinámica del techo, ésta no solo puede tolerar vientos muy fuertes, sino que además puede generar energía limpia gracias a sistemas fotovoltaicos integrados.
En lo que respecta al interior de las casas, el diseño comprende tres pisos que incluyen una sala, un comedor, cuatro habitaciones y dos baños. También incluiría un muelle desplegable donde se puede tomar el sol. Además, habría suficiente espacio para un jardín.
El diseño está basado en la tecnología utilizada en las plataformas petroleras y de exploración, lo que puede resultar irónico, ya que al contrario de éstas, la casa flotante ha sido pensada para ayudar y adaptarse al medio ambiente. Según Alex Terry, uno de los arquitectos de la firma, el objetivo era tomar algo negativo y buscarle la vuelta para encontrar una manera más positiva de utilizar esa tecnología.
Al igual que las plataformas petroleras, la casa flotante ha sido diseñada con patas retráctiles que pueden ser desplegadas con un sistema de engranajes, lo que permite que, por un lado, pueda mantenerse equilibrada y en posición sobre la superficie del agua, y por el otro, que puedan ser trasladadas fácilmente y se pueda combinar con más casas flotantes para formar comunidades enteras a lo largo de las costas.
Según sus arquitectos, la casa flotante es suficientemente grande para alojar a dos familias, y tendría un costo de alrededor de 2 millones de dólares. Un precio que disminuiría una vez que el público reaccione positivamente y aumente la demanda.
El concepto del diseño puede adaptarse a diferentes estilos de vida y programas. Esperemos que evolucione hasta poder acomodar a un amplio rango de comunidades y sea una solución factible para las transformaciones que veremos con el cambio climático.
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