Las aguas de Fukushima se verterán en el mar

Después del desastre en la planta nuclear de Fukushima debido a un terremoto, Japón decidió utilizar agua para enfriar los residuos de la central. Estos desechos, que contienen tritio radiactivo, fueron almacenados durante varios años en un depósito de gran tamaño. El mismo está compuesto por más de 10.000 tanques que contiene 1000 litros cada uno.

El plan para liberar las aguas residuales de tratamiento ha estado en desarrollo durante varios años. En 2019, el ministro de Medio Ambiente afirmó que no había más opciones disponibles debido a la falta de espacio para contener el material contaminado.

Las autoridades mundiales han dado su aprobación para la liberación del agua directamente en el océano, luego de filtrarse repetidamente para eliminar la mayoría de sus sustancias radiactivas conocidas como radionucleidos.

Esta medida ha sido implementada por las autoridades niponas con el objetivo de gestionar adecuadamente el agua acumulada y garantizar la seguridad en cuanto a los niveles de radiación. Aunque no el isótopo de hidrógeno llamado tritio, que no se puede quitar con las técnicas existentes en la actualidad.

Se sabía que no se podía acumular el agua de Fukushima por mucho tiempo

Es importante tener en cuenta que estas aguas subterráneas están afectadas por la radiación emitida por los núcleos de los reactores nucleares que colapsaron debido al tsunami del 11 de marzo de 2011. La cantidad total estimada es de 1.33 millones de toneladas métricas. Esta cifra es lo suficientemente grande como para llenar al menos unas 520 piscinas olímpicas.

La situación es que desde el principio del uso de este sistema, las autoridades japonesas eran conscientes de que el agua contaminada debía ser desechada de alguna manera. Esto se debe a que Fukushima es propiedad de TEPCO, Tokyo Electric Power Company, la empresa eléctrica estatal. La idea que han propuesto es la de desecharla en el mar, asegurando que esto no representaría un riesgo para el medio ambiente después de un exhaustivo proceso de filtración.

El proceso recién comienza

En los últimos años, se ha observado cómo los tanques se han ido llenando uno tras otro, lo que ha llevado a solicitar a las autoridades mundiales la posibilidad de verter las aguas de Fukushima en el océano Pacífico. Esto se debe a la falta de espacio para construir más tanques. Para poder llevar a cabo el proceso de desmantelamiento de la planta de Fukushima, fue necesario vaciar los reactores nucleares.

Sin embargo, este es un proceso prolongado que se estima podría tomar alrededor de 50 años en completarse. Aunque han transcurrido solo 12 años desde el desastre, es importante tener en cuenta que aún queda un largo camino por recorrer para lograr este objetivo.

Durante los últimos años, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha realizado estudios exhaustivos sobre este tema. Se han llevado a cabo diversas pruebas e intensos debates. Como resultado, tanto la OIEA como la ONU finalmente accedieron a las demandas planteadas por Japón.

Los impactos para el ambiente de las aguas de Fukushima

Argumentaron que las actividades no causarían ningún o un impacto ambiental insignificante ya que la cantidad de tritio liberada estaría dentro de los límites permitidos por otros países y cumpliría con las normas internacionales de seguridad y medio ambiente.

Para otros especialistas los contaminantes como el tritio pueden atravesar varios niveles de la cadena alimentaria –incluidas plantas, animales y bacterias– y “bioacumularse”, lo que significa que se acumularán en el ecosistema marino

Existe una pregunta que da vueltas en la mente de muchas personas: ¿Cuándo se detendrá la eliminación de agua? Si en tan solo 12 años se acumularon 1.33 millones de toneladas, al ritmo actual aún quedan al menos casi 5 millones de toneladas para contaminar y desechar. Es lógico que, si se les permite verter estas aguas en el mar, también se les permita hacerlo en otras áreas.

La opinión de los vecinos acerca del vertido de las aguas de Fukushima

La decisión de elegir esta opción, en lugar de otras como la evaporación en el aire o el almacenamiento a largo plazo, ha generado muchas preguntas por parte de los pescadores y agricultores de Fukushima. Ellos temen que esto pueda tener un impacto negativo en la percepción de sus productos por parte de los consumidores. La central ha causado daños significativos en la zona, llevando a una deterioración considerable y contaminación del agua local.

Además de eso, China se ha convertido en el principal oponente de esta tendencia, implementando un boicot a todos los productos japoneses. A esta postura se suman Corea del Norte y los países insulares del océano Pacífico. Todos los expertos están advirtiendo sobre las consecuencias impredecibles y probablemente perjudiciales de estas acciones en los ecosistemas marinos ante el vertido de las aguas de Fukushima. Además, también afectan la economía que depende de ellos.

En este caso, Japón ha logrado su objetivo con la ayuda de otros países vecinos como Corea del Sur, así como sus socios económicos en el extranjero, como Estados Unidos o Reino Unido. Han convertido su problema de vertidos en un tema global, argumentando que el tritio se diluirá en la inmensidad de los océanos.

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Con información de: https://cnnespanol.cnn.com/