Un proyecto de exploración petrolera en aguas muy profundas frente a las costas de Mar del Plata, liderado por la multinacional Equinor en alianza con YPF y Shell, está en marcha, amparado por la narrativa del subdesarrollo que ha invadido gran parte de nuestra clase política y enmarcado en el enfrentamiento de una sociedad conmocionada por la crisis socioeconómica.
Pero cada 4 días en el #Atlanticazo, las comunidades costeras que resisten esta imprudente aventura minera nos recuerdan que otros proyectos y lógicas de valoración están vivas y coleando, se abre un debate sobre el papel de nuestro territorio en la lógica depredadora del capital y que son la clave para crear el futuro.
Proyecto Argerich de exploración petrolera
El proyecto Argerich, destinado a la búsqueda de hidrocarburos en el Mar Argentino por parte de corporaciones internacionales, estuvo suspendido durante unos dos años debido a una serie de acciones legales, pero tras su vencimiento, la iniciativa aún continúa.
Desde el 9 de octubre, movimientos ecologistas siguen de cerca la trayectoria del buque de exploración BGP contratado por la petrolera internacional Equinor (Noruega), que dejó de recibir las coordenadas del buque por pérdida de comunicación, contacto y visibilidad en el mapa, concluyendo que ya está en la zona realizando trabajos de perforación.
La Iniciativa de Exploración de Petróleo Marino Argentino es la primera de su tipo en la costa argentina y aunque liderada por Equinor, entre sus socios se encuentran YPF (35%) y Shell (30%).
Según fuentes oficiales, el proyecto tiene una superficie de 15.000 kilómetros cuadrados, se encuentra a 300 kilómetros de la costa de Mar del Plata y tiene una profundidad de 1.527 metros y fue aprobado el 30 de diciembre de 2021.
Se necesita participación de la sociedad
Se trata de un renovado debate central sobre modelos de desarrollo y ambientales que requieren cada vez más de la participación de toda la sociedad.
Los argumentos de los representantes de los sectores medioambiental, científico y judicial que condenan su gravedad se basan en la proximidad de la actividad sísmica: a 300 km de la costa de Mar del Plata.
También citan el daño que las actividades de exploración causan a la vida marina, la falta de regalías para el país y el riesgo que estas actividades representan para la pesca, el turismo, así como los deportes y otras actividades recreativas si un accidente ocurre en una zona costera clave como lo es la ciudad de Mar del Plata.

Ubicación del buque prospector
La última información disponible sobre la localización del BGP Prospector lo ubica cerca de Villa Gesell el domingo 8 de octubre, lo que sugiere que pudo haber estado ubicado dentro del bloque C.A.N. (Cuenca Norte Argentino) 100, que junto con los bloques 108 y 114, forman parte de tres bloques licitados para tareas de perforación para la provincia de Buenos Aires.
Diseñado específicamente para la exploración de depósitos minerales, “sólo se lo puede seguir con la señal satelital. No tenemos certeza sobre su posición, ni sobre su trayectoria, ni sobre la realización de sus tareas“, sostienen desde la Asamblea por un Mar Libre de Petroleras de Mar del Plata.
La perforación mar adentro es resistida por un conjunto de asambleas y colectivos, desde la provincia de Buenos Aires hasta Tierra del Fuego, formando la Red de Comunidades Costeras: “un espacio autogestivo, horizontal y democrático dónde todas las voces son escuchadas y tienen el mismo peso; y donde nos organizamos en comisiones de trabajo para abordar las múltiples tareas”, describe Fernanda Montes, una de las integrantes de la red.
¿Por qué es esta una iniciativa ecocida?
Carolina García Kurilaf, miembro del comité investigador de la Asamblea por un Mar Libre De Petroleras, detalla el historial de derrames de petróleo recientes de Equinor: “11 derrames de petróleo importantes en 2020 y 10 más en 2019”. Por su parte, María Cecilia Bonadero, estudiante de posgrado en ciencias biológicas, sostiene que “las actuales perforaciones offshore en el Mar Argentino se realizan a menos de 100 metros de profundidad (aguas someras), mientras que la exploración autorizada es en aguas ultraprofundas, es entre los 1700 y 4000 metros de profundidad” Según ella, el proyecto Argerich “no se tiene en cuenta que el accidente más grande de la historia petrolera fue en un pozo exploratorio de aguas de poco más de mil metros, en el Golfo de México, que lo estaba perforando la plataforma petrolera Deepwater Horizon a cargo de la empresa Bristish Petroleum”, explica.
Bonadero también es miembro de la Asamblea por un Mar Libre de Petroleras y describe en detalle las características de la investigación sísmica, especialmente el uso de ondas sonoras de muy alta intensidad y energía que provocan daños fisiológicos y de comportamiento para la vida marina.
Afirma que este daño a los organismos marinos afecta sus sistemas auditivos, sus cavidades internas y los tejidos, y hacen que “muchas veces se alejen del lugar de exploración sísmica, en el caso de que puedan hacerlo”, lo cual puede provocar “que terminen en hábitat inhóspitos no aptos para su supervivencia, sobre todo en especies que utilizan el sonido para la reproducción o alimentación, tal y como sucede con muchos mamíferos marinos. Los sistemas auditivos, de viabilizarse dichas actividades sísmicas, podrían quedar incapacitados para comunicarse con otros individuos de su misma especie para el cortejo o para comunicarse con sus crías“
Argumentos económicos de la explotación petrolera
Como ocurre con cualquier operación minera, el daño ambiental se ve eclipsado por los argumentos económicos. Sobre las regalías, Bonadero reflexiona sobre el viejo mito de que las ciudades productoras de petróleo consumen hidrocarburos: “alrededor de Vaca Muerta no tienen redes de gas, en Ushuaia donde también extraen, muchos lugares subsisten con garrafas porque se exporta con regalías muy bajas”, indica. En el caso del Proyecto Argerich, según la ley de hidrocarburos 27.007, se estipula que “para los primeros diez años de exportación, del Can 100 corresponda un 3% de regalías para Argentina“.
¿Qué pasa con las acciones legales?
El 4 de octubre pasado, la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas (AAAA), junto al Colectivo de Acción por la Justicia Ecosocial, lanzaron una medida cautelar para detener la exploración mediante perforaciones en el Mar Argentino. La decisión se tomó en el contexto del #Atlanticazo, protesta organizada por la Red de Comunidades Costeras los días 4 de cada mes.
Para Gonzalo Vergés, integrante de AAAA, el sector judicial es importante para Argerich porque es “una de las causas más complejas del pasado cercano en el marco de los litigios o procesos estratégicos colectivos”. “En esta causa litigamos contra empresas multinacionales, seudo estatales como YPF, y contra el propio estado nacional, pero también correlativamente contra estados provinciales que tienen enormes intereses” y advierte que el proyecto vulnera principios generales del derecho ambiental, de razonabilidad, preventivo, precautorio.
En cuanto al proceso de amparo, explicó, “las organizaciones continúan con el proceso judicial, ya que todo lo que se ha discutido durante estos dos años ha estado relacionado con medidas preventivas y no con denuncias de violaciones”
Las audiencias públicas son un aspecto importante. “En nuestro país contamos con una ley al respecto que, si bien no son vinculantes, no significa que una vez finalizada no se deba realizar un informe de las posturas de las personas que se expresaron, cuestiones cuantitativas y cualitativas”, añadió el abogado especializado en ambiente.
.
Concluyó: “El funcionario público que otorgó la declaración de impacto ambiental a pesar de todas las luces rojas de que no lo hagan es responsable penalmente por esa cuestión. No es vinculante pero genera esa responsabilidad”.
Vergez, como muchos otros y otras, inscribe sus esfuerzos junto a los de quienes defienden la idea de una transición ecosocial a partir de procesos populares de base. “Una propuesta es que YPF sea del siglo XXI y avance hacia un derecho a la energía y no hacia un servicio”. Sobre la incógnitas y los riesgos que plantea la exploración offshore, plante que “los controles de lo que pasa en el mar es imposible saberlo, puede empezar en cualquier momento porque les empieza a correr la ventana temporal”.
Ecoportal.net
Con información de: https://huerquen.com.ar/