La idea es simple. Una heladera accesible a la comunidad, en estos casos en locales gastronómicos, que se llena con la comida que no se consume durante el día y que podrá ser tomada por aquellos que más lo necesiten.
En Cipolletti el Restaurant “La Nonnina” decidió sumarse a la heladera solidaria y no tirar la comida que su local no vende. Por eso, los días lunes, martes y miércoles de 12 a 15 horas un empleado del negocio estará dispuesto en la entrada para brindar la comida.
También en Sáenz Peña los dueños del autoservicio Horeb ubicado frente al hospital anunciaron en el día de la mujer que Chaco ya cuenta con la primera heladera social.
De la mano de Gustavo Baravalle empieza a hacerse realidad en San Salvador, capital de Jujuy. Todavía se encuentran ajustando detalles para el lanzamiento y se puede consultar en la pagina de facebook “Heladera Social Jujuy”. El propio Baravalle pidió la ayuda a los vecinos, convencido de que el hambre de los jujeños, puede desaparecer.
La propuesta que surgió hace menos de un mes en Tucumán y que revolucionó toda la Argentina ya contagió a muchos locales gastronómicos que decidieron dejar de mirar para otro lado, dejar de tirar la comida que no se vendía y sumarse a la causa que busca mitigar el hambre en la sociedad.
Ecoportal.net
Barriletes en el aire