Ellos son un equipo, junto a Lucía (7) y León (5) sus hijos, son los vecinos exóticos del barrio del Cementerio en la Ciudad de Colonia del Sacramento en Uruguay.
Ambos profesionales universitarios, cada uno desde su enfoque van dando forma a una idea que no dista mucho de lo ideal, minimizar la huella de carbono “ya!, donde sea que te encuentres, desde ya y para siempre”.
Como comenta Paula, “la huella de carbono es nuestra herencia, lo que sin escrúpulo para los conocedores y con ignorancia el resto, estamos dejando para nuestra descendencia, comprometiendo la supervivencia de la vida sobre el planeta”. Ella afirma que es una actitud responsable hacia la madre naturaleza a quien le debemos la vida.
Paula (Química Farmacéutica), es quien se encarga de la elaboración de los productos de limpieza, cuidado personal, medicinas y por supuesto la cocina con corazón. La preservación del banco de semillas, el secado de las medicinas cultivadas en la huerta, elaboración de conservas. “La crianza de los chicos debe ser presencial” afirma, mientras Lucía y León subidos a la Morera saltan y corren al gallinero a ver si hay huevos.
“Nos interesa educarlos con el ejemplo, el amor a la madre natura, es lo que seguramente les ayudará a ser seres íntegros y son las herramientas verdaderas de supervivencia. Ellos cultivan con nosotros, aprenden todas las tareas domésticas con nosotros y la idea es que entiendan que minimizando el consumo somos más libres”.
“La libertad es una sensación” y se escuchan risas cómplices entre estos dos compañeros que se nota que tienen un plan, parecería que no están improvisando.
Bernardo, Arquitecto, Artista visual, es el encargado de los cultivos con la colaboración de los pequeños, cultivan solo lo de estación, no tienen invernadero, afirman que no es necesario un invernadero en esta parte de la ciudad. Se crea un microclima que permite realizar prácticas diferentes que en el campo, “por ejemplo no tenemos heladas”. El arte es parte de la familia, tronco central de expresión y también un modo de ingreso monetario –“no hemos decidido salirnos del todo del sistema y este es el punto, es real salirse totalmente?, podemos modificar nuestras acciones y sumar en el cambio de todos modos, no es necesario irse al campo para empezar…”
Entonces viven en una casa, en medio de la ciudad y viven autosustentablemente, cómo?
– Tenemos una huerta orgánica de aproximadamente 200m2 y 7 gallinas. Como dice Vandana Shiva “lo más revolucionario es tener un huerto”, nuestra idea es alimentarnos sano, en armonía con el medio, sin pretender tener tomates en invierno ni comprarlos en el supermercado. La naturaleza sabe que precisamos, ella se nos brinda, si aquietamos la mente, moderamos nuestras frecuencias vibratorias y escuchamos podemos conectar y todo fluye.
– El autosustento implica ser medio “familia orquesta” desde cultivar los alimentos, elaborarlos, utilizar la energía solar para cocinar, los productos químicos caseros, como decía antes, minimizar el consumo, la huella.
Y los talleres?
-Sí, Paula da talleres de Farmacia casera y yo de Huerta urbana orgánica, confirma Bernardo. Nuestra intención es provocar un efecto “spread” en la ciudad, lograr que haya cada vez más huertos urbanos, con la fe que con la conexión con la tierra, vayamos todos entendiendo por donde va la cosa.
La frase de esta amiga de uds seguro que estaba acertada, la inspiración y las ganas de ponerse manos a la obra se dispara dentro del mundo de Paula y Bernardo.
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