Sin dudas, la temporada 2025-26 de la NBA comenzó en el Paycom Center, debido a que los actuales campeones, Oklahoma City Thunder, recibieron a unos Houston Rockets, pero antes del salto inicial, los anillos brillaron, el himno sonó y el público ovacionó a sus campeones, pero no se esperaban el partido que iban a presenciar.
Durant fue el regreso más incómodo de la noche
La historia paralela del encuentro, en esta ocasión, fue la de Kevin Durant a Oklahoma City, porque la afición local no lo perdonó: lo abuchearon durante la presentación y cada vez que tocó el balón.
En su primer partido oficial en los Rockets, Durant fue clave porque lideró la ofensiva en la primera mitad y cerró la noche con 23 puntos, nueve rebotes y tres asistencias en 47 minutos, aunque se marchó por acumulación de faltas.
Lo cierto es que durante la primera mitad, KD anotó 14 puntos con 6 de 11 en tiros de campo; con Fred VanVleet ausente por lesión, Durant asumió parte de la creación ofensiva, buscando sus propios tiros.
Mientras Alperen Sengün y Amen Thompson se combinaron para sostener la fluidez del ataque con 9 de las 13 asistencias del equipo, Houston superó a los Thunder 21-17 en la primera mitad.
Una noche de emociones en el Paycom Center
En un arranque lleno de vértigo, Chet Holmgren abrió el marcador con un doble y un tiro libre, dejando en claro que la defensa del título comenzaba con determinación, pero enfrente, Jabari Smith Jr y Sengün respondieron de inmediato, marcando un ritmo de ida y vuelta que atrapó a los aficionados.
Asimismo, el público local, que permanecía aún eufórico por el homenaje previo a los campeones, acompañó cada jugada. Así los Rockets, dirigidos por Ime Udoka, mostraron orden y paciencia, aprovechando los errores de los Thunder para mantener la ventaja durante una parte del primer tiempo.
Cabe mencionar que, al llegar al descanso, el marcador 57-51 favorecía a Houston, con un Durant preciso en los tiros de media distancia y un Segün intratable bajo el aro, pero Holmgren se fue con 18 puntos al entretiempo, lo que hizo que sostuviera al equipo junto a Shai Gilgeous-Alexander, quien fue de menos a más.
Hubo intercambio de dominio y doble prórroga en la NBA
En esta oportunidad, el tercer cuarto fue un intercambio de golpes; Houston estiró su ventaja a diez puntos con triples de Sengün y Durant, pero los Thunder respondieron con una racha 8-0 que devolvió el suspenso al marcador.
En ese sentido, el último periodo se vio forzado al empate, que incluyó faltas y revisiones, pero cuando todo parecía decidido a favor de los Rockets, Shai Gilgeous-Alexander empató el partido a 115-115 con una bandeja a segundos del final. Por eso, la prórroga era inevitables.
En el primer tiempo extra, ambos equipos mantuvieron la intensidad, sin que nadie lograra despegarse, pero ya en la segunda prórroga, tras una serie de intercambios frenéticos, llegó el momento importante: Shai encaró a Kevin Durant, amagó, lo hizo caer en la finta y forzó dos tiros libres para su equipo.
Esto marcó el resultado: Oklahoma City Thunder ganó 125-124; la figura indiscutible fue Shai Gilgeous-Alexander, que terminó con 34 puntos, 8 asistencias. Como mención especial, Chet Holmgren, con 28 puntos y presencia dominante en la pintura, fue otro de los pilares, remarcando que por Houston, Alperen Sengün brilló con 32 tantos y un esfuerzo incansable, pero la derrota dolió, aunque demostró por cómo se dio el partido que los Rockets serán un rival peligroso a lo largo de esta temporada porque la derrota la vende cara.
