Tras la consagración del Chelsea como el primer campeón de esta nueva edición, la FIFA sorprendió al mundo del fútbol con una acción inesperada que involucró directamente a Donald Trump siendo que durante la última final del Mundial de Clubes en Nueva Jersey, el trofeo original no terminó en manos del Chelsea, flamante campeón tras vencer al PSG, sino que quedó resguardado en la Casa Blanca.
La situación se conoció cuando el presidente reveló que conservará la copa en su despacho, mientras el club inglés festejó con una réplica. En ese sentido el gesto, es inédito porque es la primera edición con este nuevo formato, generó reacciones en Europa y entre los aficionados.
Para la FIFA, este obsequio simboliza la relevancia de Estados Unidos como anfitrión clave y mercado estratégico para el desarrollo del fútbol internacional en los próximos años ya que buscan formar parte de las organizaciones importantes como por ejemplo realizar todas las Copas Américas de acá a diez años. Trump, lejos de ocultarlo, confirmó los detalles de esta curiosa historia durante una entrevista posterior a la entrega del título.
Una visita inesperada de la FIFA a la Casa Blanca
Todo esto surgió porque el 18 de junio, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino estuvo presente con su delegación que llegó a la Casa Blanca con el trofeo original. En ese momento, Infantino estuvo acompañado por futbolistas de la Juventus, para poder fortalecer la imagen del torneo en territorio estadounidense y, de paso, fotografiarse con Trump sosteniendo la copa.
De todas formas, esto empezó como una simple sesión de fotos pero según reveló Trump, nadie de la comitiva reclamó el trofeo una vez terminada la visita. De hecho, la FIFA decidió fabricar uno nuevo para entregar al campeón, mientras que el primero quedó bajo custodia del mandatario.
Cabe mencionar que en ese momento, Trump afirmó que el gesto refleja la confianza que la FIFA deposita en su país como nueva potencia futbolística, más aún con la organización de próximos eventos internacionales, esto trae rumores de organizar también la final de la Copa Libertadores y futuros Mundiales.
Este gesto de la FIFA, sorprendió al mandatario de Estados Unidos
Ante la decisión de entregar la copa original sorprendió a clubes y medios europeos, que no tardaron en pedir explicaciones. Sin embargo, la FIFA no emitió ninguna respuesta oficial, limitándose a afianzar su relación con uno de los mercados más prometedores para el negocio del fútbol global por su parte, Trump detalló públicamente cómo sucedió todo.
“Me dijeron: ‘¿podrías tener este trofeo un rato? Lo pondremos en la Oficina Oval’, y luego pregunté: ‘¿cuándo lo vas a recoger?’ Y me respondieron: ‘nunca lo vamos a recoger. Puedes quedártelo para siempre en la Oficina Oval. Estamos haciendo uno nuevo’”, relató ante el medio como Daily Mail.
Para el presidente, este gesto simboliza un impulso para que Estados Unidos se consolide como una referencia del fútbol a nivel mundial, algo que años atrás parecía imposible, dejando atrás su distinción de llamarlo «soccer» y reemplazarlo por “football”, tal como se usa en la mayoría de países.
La final en Nueva Jersey y la réplica para Chelsea
Como el trofeo se quedó en Washington, Chelsea levantó su réplica tras imponerse con autoridad 3-0 sobre el PSG en el MetLife Stadium de Nueva York. La ceremonia tuvo un momento inesperado cuando Trump se quedó en el podio celebrando con los jugadores como si formara parte de la plantilla.
Tras la consagración, Cole Palmer, joven figura del equipo inglés que marcó la diferencia en el torneo, confesó su desconcierto: “No sabía que iba a estar en el podio cuando levantamos la copa, así que estaba un poco confundido”.
El capitán Reece James también admitió su sorpresa: pensó que Trump se retiraría tras entregar el galardón. Poco después, confirmó que la copa que levantaron era una réplica y que la original quedó oficialmente en la Oficina Oval.