Las gallinas y los rayados se enfrentaron en un partido donde predominó el juego físico trabado, con muchas infracciones en los primeros minutos. Ambos equipos se jugaban la posibilidad de asegurar su pase a la próxima ronda.
Se define el grupo E
En el cierre del octavo día del Mundial de Clubes, con varios equipos ya clasificados, argentinos y mexicanos se encontraron en el Rose Bowl de Pasadena, para disputar su segundo partido de la competición, uno que puede llegar a ser decisivo para la clasificación.
El River Plate de Marcelo «el muñeco» Gallardo, se enfrentó al Monterrey Fútbol Club, dirigido por el español, Domènec Torrent Font, en lo que sería el primer encuentro entre un club argentino y uno mexicano en el Mundial de Clubes.
Con la victoria del subcampeón de la Champions League sobre el equipo nipón, el partido entre rayados y gallinas se volvió todavía más atractivo e interesante. Ya que, con la segunda derrota del Urawa Reds, River se jugaba la posibilidad de ser uno de los pocos equipos ya clasificados a la siguiente fase.
Por el lado de los rayados, si bien una victoria no le aseguraría la clasificación, si lo dejaría en una posición mucho más cómoda en comparación con River, teniendo en cuenta que su último rival será el ya eliminado equipo japonés.
Un primer tiempo trabado
Los primeros 45 minutos estuvieron caracterizados por un juego constantemente trabado, donde primó el juego físico y la imposición del cuerpo, al juego colectivo, con algunos destellos de individualidades que no terminaron por concretarse.
Si bien la posesión fue más favorable para River desde el inicio, la primera jugada de peligro llegó de los pies del número 10 de Monterrey, Sergio Canales, que intentó sorprender a los trece minutos, pero la buena intervención de Armani ahogó el grito mexicano.
El juego trabado, la seguidilla de faltas que empezó a escalar, obligó al árbitro a empezar a sacar tarjetas. Para el minuto 20 tanto el Monterrey como River tenían un amonestado, Enzo Pérez del lado argentino y Jorge Rodríguez en el mexicano. Menos de diez minutos después, Kevin Castaño se sumó a la lista de amonestados.
Llegando al final de un primer tiempo sin muchas emociones, un tiro de esquina a favor de River, casi termina en gol de Lucas Martínez Quarta, que estuvo muy cerca de llevar a River al descanso, arriba en el marcador.
Finalmente, el primer tiempo llegó a su fin con el marcador en cero. Si bien al principio el partido estaba bastante parejo, quizá un poco mejor El Monterrey, River Plate impuso su juego y presión durante los últimos minutos, teniendo la jugada más clara del partido hasta el momento.
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Dominio gallina
Finalizado el entretiempo, los equipos volvieron a la cancha, sin realizar cambios en sus alineaciones, para disputar el segundo tiempo. El dominio que River había empezado a demostrar al final del primer tiempo, se fue consolidando a medida que el tiempo pasaba
Lamentablemente, como siguió predominando el juego físico, los espectadores vieron más tarjetas amarillas en el aire, que jugadas de peligro entre ambos equipos. A los diez minutos, Giuliano Galoppo se llevó la tercera amonestación para River.
El mismo Galoppo sería el protagonista de la siguiente jugada de peligro, llegando a empujar la pelota tras vencer al arquero, la defensa de Monterrey llegó a despejar en la línea. La superioridad de River no hizo más que crecer, obligando a los rayados a replegarse, pero sin conseguir el gol.
Con tantas infracciones fuertes y amonestados, finalmente una mala entrada de Castaño lo hizo acreedor de la segunda amarilla, yéndose expulsado cuando se cumplía el tiempo reglamentario.
Finalmente, la intensidad del partido y el juego friccionado superaron a los pocos destellos de calidad. El partido entre River Y monterrey terminó con empate a cero.
Con estos resultados, el grupo E del Mundial de Clubes queda en un triple empate con solo dos pases a los octavos de final. Ahora Monterrey tiene la parada «sencilla» al enfrentarse al eliminado Urawa Reds. Mientras que River Plate se definirá la clasificación contra el subcampeón de la Champions League, el Inter de Milán.
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