Como en lo que va del año, el París Saint-Germain (PSG) dio una clase de fútbol desde el minuto inicial en la semifinal del Mundial de Clubes disputado en el estadio MetLife de New Jersey, lo que se vio es que los dirigidos por Luis Enrique mostraron un despliegue colectivo y táctico muy alto que no pudo contrarrestar el rival.
Con un plantel que mezcla juventud, experiencia y talento individual, PSG impuso su juego en cada sector de la cancha. La velocidad de sus extremos y la precisión de sus mediocampistas marcaron la diferencia pero los errores puntuales de la defensa merengue facilitaron el primer gol, pero lo que vino después es mérito de los parisinos.
Ni los seguidores más optimistas del club de París imaginaban una actuación tan dominante frente a un Real Madrid siempre temible en instancias definitorias. Sin embargo, la primera mitad sentenció el rumbo del partido de forma irremediable.
La goleada que ilusiona a toda el PSG
Fue en ese arranque demoledor donde se definió rumbo del partido cuando Fabián Ruiz abrió el marcador aprovechando un error de Marco Asensio y definió muy bien ante Courtois. Poco después, Ousmane Dembélé estiró la ventaja tras robarle el balón a Antonio Rüdiger y culminar una jugada rápida.
El dominio no se detuvo ahí: en una combinación perfecta, Hakimi asistió desde la banda derecha y nuevamente Ruiz dijo presente para firmar su doblete. El Real Madrid, sorprendido y sin reacción, apenas lograba sostener la pelota ante la presión intensa debido a la buena formación planteada.
Así, PSG resolvió la semifinal en apenas 24 minutos ya con un 3-0 parcial, el resto del duelo se jugó bajo control total de los franceses, con apenas algunas aproximaciones del Madrid pero que no prosperaban, el club de Francia hizo un partido perfecto y demostró de entrada que quería llegar a la final.
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