Hoy nos encontramos en plena crisis energética y debemos tomar mejores decisiones acerca de nuestros niveles de consumo.
Si bien fue anunciada décadas atrás, los seres humanos no fuimos capaces de evitar la crisis energética en la que nos encontramos. Ahora nos vemos obligados a tomar decisiones sobre nuestros hábitos de consumo para que la crisis energética no siga profundizándose.
Ya nos hemos familiarizado con el término “huella ecológica”, y ello nos lleva a repensar el origen de los alimentos que consumimos, a elegir una vestimenta fuera de los patrones de la moda, a comprar muebles en ferias de economía circular, a utilizar movilidad sostenible y, sobre todo, a tomar decisiones sobre cuanta energía utilizamos en nuestros hogares y qué planes de provisión debemos contratar.
Estrategias para ahorrar en el consumo de energía
Entre varias estrategias para disminuir nuestra huella de carbono, encontramos algunos puntos clave que seguramente también, nos harán ahorrar dinero, teniendo en cuenta las subas en las tarifas de luz:
Elegir tipos y planes de provisión de energía acordes a nuestros hábitos de consumo:
Cada uno de nosotros y nuestras familias tenemos hábitos de consumo energético diferentes en cuanto a cantidad y momentos de uso. Es por eso que quizá una tarifa eléctrica fija puede ser útil en una familia que utiliza la electricidad específicamente durante el día. Mientras que, una familia que no está mucho tiempo en su casa o tiene un plan de trabajo específico, puede optar por una tarifa variable.
Lo importante es elegir un plan acorde a nuestro estilo de vida, no es lo mismo un hogar con una familia numerosa que con una persona sola.
Además es posible optar en algunos casos por a una tarifa verde, con energía proveniente exclusivamente de fuentes renovables. De esta manera nos aseguramos un uso racional, eficiente de electricidad sostenible.
Elegir electrodomésticos eficientes:
Hoy día, casi todos los electrodomésticos están fabricados bajo estándares de eficiencia energética que se clasifican en categorías que certifican su nivel de consumo energético.
- A++: es la etiqueta que revela más eficiencia, porque nos indica que el consumo de energía es un 30% inferior a la media.
- A+: tan recomendables como los primeros, los electrodomésticos con etiqueta A+ pueden salirnos un poco más económicos que los primeros y siguen gastando poco. Concretamente entre el 30% y el 42%.
- A: considerados como aceptables, los electrodomésticos con etiqueta A gastan entre un 42% y 55%.
- B: si no te queda más remedio que optar por un electrodoméstico barato, los etiquetados con la certificación B pueden ser una opción, pero gastan entre el 55% y el 75%.
- C: tan poco recomendables como los de peor etiqueta energética, los que tienen esta certificación gastan entre el 75% y el 90% más.
- D: consumen entre un 90% y el 100%, así que el gasto es muy superior a lo que puede ofrecer la media.
- E: los electrodomésticos con esta certificación energética gastan entre el 100% y el 110% más que la media.
- F: no deberías adquirir, en absoluto, un electrodoméstico con una etiqueta energética F. Pueden consumir entre un 110 y 125% más que la media.
- G: es el menos eficiente, porque consume hasta un 125% más. Estos electrodomésticos no son en absoluto recomendables. La compra está totalmente desaconsejada.
Aunque tengamos aparatos eficientes, es importante también saber manejarlos correctamente Por ejemplo, en el caso de las lavadoras, usar programas cortos de lavado. En cuento a la iluminación, cambiar las bombillas por unas de bajo consumo, ventilar la casa naturalmente, etc.
Es importante además, mantenerlos en buen estado para evitar desperfectos que aumenten el consumo.
Acondicionar la vivienda según los lineamientos bioclimáticos:
Un hogar puede construirse y acondicionarse para evitar extremos de temperatura que nos obliguen a refrigerar en verano o calefaccionar en invierno y no solo hacer nuestra vida más confortable, sino con menos consumo energético.
La solución puede estar en construir paredes y techos bien aislados e instalar doble vidrio en las ventanas. Utilizar colores claros para la pintura que no captan el calor en el verano y colores oscuros para captar calor en invierno.
La ventilación cruzada puede ayudar con el movimiento del aire frío y caliente de la casa. Existen materiales naturales como el barro y la madera que ofrecen confort térmico a las casas, al igual que algunos materiales innovadores.
Y por supuesto, para disminuir nuestra huella de carbono, es necesario disminuir nuestros hábitos de consumo, apagar luces innecesarias, desconectar aparatos pese a que estén apagados, realizar nuestras actividades en los momentos del día que haya luz natural. Cada acción es importante, por menos que parezca.