La firma San Saru nació hace años con un propósito firme, reinventar el mundo de los complementos y la joya introduciendo en él la pasión por viajar y el turismo de sus creadoras. A partir de sus viajes a Camboya, Marruecos, Tailandia o India, escenarios todos ellos muy exóticos, sus creadoras comenzaron a ver una posibilidad de negocio en el mundo de los complementos y la joyería.
Muchos de sus diseños responden a un estilo boho y étnico, pero con un condicionante común, se trata de joyas a precios competitivos que permiten lucir looks elegantes sin necesidad de invertir mucho dinero, y todo ello pensando en la sostenibilidad y en preservar un mundo más habitable.
Como buena empresa actual, muchos de sus logros se debe a su amplia presencia en redes sociales, especialmente en Instagram y TikTok. En esta última red fueron de las primeras marcas de moda en aparecer y a día de hoy está consolidada como toda una referencia en el mundo de la joyería y los complementos.
Joyas de calidad ambientalmente sostenibles
En un escenario como el actual, en el que está tan digitalizado el comercio, de hecho San Saru vive en buena medida de su exposición en redes sociales y la venta online, uno de sus principios básicos es trabajar para cuidar el mundo con acciones y alternativas sostenibles, para continuar con una actividad que genere el mínimo impacto ambiental posible.
Packaging sostenible, y decorativo
Una de sus principales apuestas por mejorar el mundo en el que vivimos es su packaging sostenible. Sus productos están envueltos en envases que son reciclables y están elaborados principalmente a partir de cartón, kraft y madera de plantaciones sostenibles.
Además, la idea no es solo envolver y proteger las joyas, sino reutilizar estos envases para crear cajitas, joyeros, posavasos y objetos de decoración. Utilizar un embalaje sostenible genera así un triple efecto interesante para la marca: gana interés el packaging, se reutiliza como objeto de decoración, se genera más interés en los perfiles en internet de la empresa gracias a los tutoriales en los que se proponen cómo dar forma al packaging.
Cada día podemos ver a influencers en las redes sociales, e incluso a perfiles anónimos, hacer vídeos y generar contenido únicamente con el unboxing y unpackaging de productos que reciben. San Saru hace lo propio pero impulsando la idea de economía circular, es decir, reducir en la medida de lo posible la entrada de nuevos materiales al proceso de producción y no generando residuos que producen un impacto negativo en el medio ambiente.
Plata reciclada, más economía circular
La idea de economía circular también se pone de manifiesto con el uso que hace la firma de plata reciclada. Todas sus joyas son de Plata de Ley 925, pero siempre reciclada.
En San Saru funden piezas defectuosas que no se pueden vender para crear otras nuevas. Los metales son un gran ejemplo de material reutilizable y que se ajusta en gran medida a los principios de economía circular. De hecho, de toda la plata que se mueve en el mundo, el 90% de ella es reciclada, por lo que es imposible conocer cuál es su procedencia original ni cuántas veces ha sido reutilizada.
Estos datos son irrelevantes, pues lo importante es insistir en la idea de que hay que apostar por materiales reutilizables. De hecho, la firma contribuye al reciclaje de la plata para hacer revivir joyas y que vuelvan a formar parte de la vida de los clientes.
Lucir joyas de calidad y contribuir al medio ambiente es posible. San Saru es el firme ejemplo de ello. Todo esto lo logra sabiendo aprovechar la realidad actual, tan determinada por las redes sociales, el impacto que genera internet y el comercio electrónico. Claro que es posible vivir conectados y reducir la huella ambiental, pero para ello hay que proponérselo, y es justo lo que esta firma lleva años intentando.