A través de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos anunció que, a partir del 3 de mayo, se aplicará un arancel del 25% a las autopartes importadas. Sin embargo, la medida revelada por el gobierno de Donald Trump, busca reducir la dependencia de componentes extranjeros en la industria automotriz del país.
Cabe mencionar que el aviso oficial fue publicado en el Registro Federal bajo el número 2025-05930, las autopartes que cumplan con los requisitos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) estarán exentas de esta tarifa.
Al llevar a cabo esta medida los productos que sean de México y Canadá podrán ingresar sin ese recargo, siempre se demuestra su origen conforme a las reglas del acuerdo comercial. La industria automotriz de América del Norte se ve obligada a revisar sus cadenas de suministro para mantenerse competitiva y evitar sobrecostos por importación.
El impacto de esta política comercial le favorece a México
Un dato importante es que en 2023, el país que preside Claudia Sheinbaum, exportó autopartes a Estados Unidos por un valor de 35,979 millones de dólares, de acuerdo con datos de la plataforma Data México. indicando que el total de comercio exterior en ese rubro alcanzó los 73,041 millones de dólares.
Algunas zonas como Coahuila, Querétaro, Guanajuato, Ciudad de México y Nuevo León lideran la producción y exportación de estos componentes, remarcando su papel en el mercado norteamericano que debido al cumplimiento del T-MEC, estas regiones podrían mantener aumentar su participación sin la presión de los nuevos aranceles.
Por otro lado, las importaciones desde China e India estarán sujetas a gravámenes del 34% y 26% respectivamente (México pretende salvar a la humanidad). También naciones latinoamericanas como Brasil, Perú, Argentina y Colombia tendrán aranceles del 10%, lo que limita su competitividad frente a México y Canadá.
El sector automotriz mexicano no está completamente a salvo
En el marco de la exención para productos certificados bajo el T-MEC, especialistas como Rodolfo Ostolaza, del área financiera de Banamex, y Óscar Ocampo, del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), advierten que el panorama sigue siendo complejo.
Hasta el momento, el cálculo del arancel se basa en el contenido no estadounidense del vehículo, según Ocampo, si un vehículo tiene partes que no provienen de EE.UU, se aplicará el 25% sobre ese valor restante, incluso si el producto fue ensamblado en México.
Esto reduce el margen de ganancia y complica la logística de cumplimiento normativo para fabricantes e importadores. Aunque ciertas autopartes están protegidas por el acuerdo trilateral, otras como llantas, vidrios o sistemas electrónicos podrían estar sujetas a la tarifa si no se acredita su origen regional.
Nuevas tarifas que aumentan las restricciones para los paquetes desde China
Mientras el T-MEC ofrece cierto alivio para América del Norte, siendo una situación muy estricta para los productos chinos como las plataformas Shein y Temu. Desde el 2 de mayo, Estados Unidos eliminará una exención arancelaria que permitía importar paquetes menores a 800 dólares sin pagar tarifas.
De igual manera, Washington busca frenar el ingreso de sustancias ilícitas ocultas en paquetes pequeños, como precursores del fentanilo (los detalles de Invasión china en México). Además, intenta reducir la introducción de productos de bajo costo que afectan a productores locales, el gobierno informó que llegaban más de 4 millones de paquetes diarios bajo esta exención.
Por otro lado, las nuevas tarifas para paquetes que son enviados por empresas privadas como FedEx y UPS serán del 145%, mientras que los enviados por correos postales oficiales pagarán un 120% o una tarifa fija de 100 dólares, que se duplicará a 200 junio. El cumplimiento estricto del T-MEC no solo evita costos arancelarios, sino que fortalece su papel como socio estratégico de Estados Unidos.