En la primera mitad que abarca junio de 2025, los precios al consumidor en México se mostraron con tendencia moderada, porque luego de varios meses de presión sostenida sobre el poder adquisitivo, los hogares mexicanos recibieron un alivio, pese a que todavía no se superó el fenómeno inflacionario.
Lo cierto es que esta desaceleración llegó bajo el contexto de un crecimiento económico moderado y con condiciones financieras ajustadas, lo que contribuyó a estabilizar algunos componentes del índice general, pero la tendencia también refleja ciertos ajustes estacionales en sectores como el transporte y la energía.
De todas formas, el alivio es parcial según indican los datos ya que, no todos los componentes de la canasta de consumo evolucionaron de manera positiva, teniendo en cuenta que en algunos casos, como los servicios y alimentos pecuarios, los precios registraron un aumento importante.
Pese a la baja de inflación general, sigue fuera del objetivo de Banxico
En cuanto a la inflación anual se ubicó en un nivel de 4.51% durante la primera quincena de junio, con una disminución respecto al 4.62% que esta reportado al cierre de mayo, siendo que este dato se alinea con las expectativas del mercado, que anticiparon una cifra en torno al 4.50%.
Pese al descenso, el índice permanece fuera del rango objetivo fijado por el Banco de México (Banxico), que establece una meta del 3% con un margen de más o menos 1 punto porcentual, lo que marca que la estabilidad de precios todavía no sucederá.
Cabe mencionar que, la forma quincenal arroja que el índice Nacional de Precio al Consumidor (INPC) avanzó solo 0.10%, que en su menor variación para este período desde 2023, siendo clave para sostener la moderación anual observada.
Un dato que mantiene preocupación: la inflación subyacente sigue avanzando
Los componentes que llaman la atención a los analistas es la inflación subyacente, que excluye productos con precios que cambian como lo son los energéticos y los alimentos frescos, pero ahora mostró un aumento de 4.20% a tasa anual, siendo su nivel más alto desde mayo de 2024.
Lo que cambió en la variación quincenal de este rubro fue de 0.22%, porque en el desglose, las mercancías subieron 0.19%, mientras que los servicios aumentaron 0.25%, que mantienen un segmento con trayectoria ascendente durante tres quincenas consecutivas.
Dentro de la inflación en base a los servicios, llegó a 4.61%, lo que despertó cierta preocupación entre los analistas, debido a su persistencia, rubros como educación y servicios diversos muestran niveles estables en torno al 5.5%, lo que demuestra presiones estructurales. Sin embargo, los analistas indican que la desaceleración económica y el control de precios en energéticos facilitan una mayor baja de la inflación en la segunda mitad del año.
La inflación subyacente muestra señales de enfriamiento y rubros con impacto en los bolsillos
En este componente, se incluyen alimentos, energéticos y tarifas reguladas, que en este caso se ubican en 5.25% anual, representando una baja respecto al 5.91% de la quincena anterior. Los precios agropecuarios aumentaron 6.57%, por debajo del 7.74% previo.
Mientras que los energéticos y tarifas autorizadas subieron un 3.92%, entonces las frutas y verduras registraron una contracción anual de 1.72%, su décima caída en once meses. Sin embargo, entre los bienes y servicios con mayor incidencia en esta quincena que destacan el transporte aéreo, con un alza quincenal de 9.87%, y los servicios de loncherías, fondas y taquerías, que crecieron 0.41%.
Asimismo, otro rubro que contiene un fuerte impacto fue la vivienda propia, que se encareció 0.17% en el periodo, lo que refleja las dificultades que enfrentan muchos mexicanos para ser asequible en medio de tasas altas. Pero para los alimentos, la carne de cerdo subió 1.15% y la de res 0.71%, en cambio algunos productos como el jitomate (-2.97%) y la papaya (-9.37%) ayudaron a compensar el índice general.