Las tensiones comerciales entre México y Estados Unidos se han hecho cotidianas desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en enero de este año. En diversas oportunidades se el presidente estadounidense ha amenazado con la imposición de aranceles a la importación de productos, como medida para que su par mexicana establezca estrategias adecuadas en cuanto a la lucha contra el crímen organizado, el narcotráfico y la seguridad fronteriza, como flagelos que afectan a ambas naciones.
Trump aumenta la presión sobre México, con aranceles desde el 1 de agosto
En esta oportunidad, mediante un comunicado remitido a la presidenta Sheinbaum, del que no se ha detallado su contenido, se le notificó sobre la inclusión de México en el listado de paises que a partir del 1 de agosto verán sus productos afectados por aranceles de 30% a la entrada en Estados Unidos. Esto a pesar de que desde la última pausa arancelaria se habían establecido medidas y negociaciones para evitar esta nueva escalada.
La justificación es específica, pues Donald Trump continúa alegando que México no trabaja lo suficiente para combatir el tráfico de fentanilo en su frontera norte, aún cuando en diversas oportunidades se han establecido estrategias conjuntas para generar soluciones efectivas ante el tráfico de armas y drogas, permitiendo incluso la supuesta cooperación de militares estadounidenese en el territorio mexicano.
Delegación del gobierno mexicano fue convocada por el Departamento de Estado estadounidense
Poco tiempo después de conocer que los aranceles del 30% serían aplicados a México a partir del 1 de agosto, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) emitió un comunicado oficial, en el que informa sobre la convocatoria que hizo el Departamento de Estado de Estados Unidos, a fin de discutir nuevas acciones que conlleven a la armonía arancelaria y comercial binacional.
Al respecto, señala que el primer objetivo es establecer una mesa de negociaciones donde se traten no sólo el tema arancelario sino todos los intereses binacionales. En ese sentido, el gobierno federal de México ha aceptado acudir con representación de las Secretarías de Relaciones Exteriores, Seguridad Pública, Hacienda y Energía, para entablar conversaciones con los Departaentos de Estado, Energía y Comercio, entre otros.
De esa manera, ambos gobiernos envían las representaciones vinculadas a las áreas que requieren atención, demostrando el compromiso de México en resolver todos los inconvenientes que afectan la relación con Estados Unidos y por lo tanto sugieren que esta nueva imposición de aranceles está fuera de lugar, toda vez que los alegatos se refieren a que no ha habido la suficiente disposición ante los problemas de seguridad y narcotráfico.
Nueva medida arancelaria castiga las acciones positivas contra el narcotráfico y la seguridad fronteriza
Otro de los aspectos tratados en el comunicado de la SRE fue la contundente respuesta del gobierno mexicano, la cual manifiesta el desacuerdo con esta medida pues, tras el trabajo conjunto que se viene realizando en cuanto a la contención del crímen organizado, la disminución del tráfico de fentanilo y otras drogas ilícitas y el cumplimiento de los acuerdos en materia de seguridad, esta aplicación arancelaria no es menos que injusta.
Aún así México permanece en disposición de negociar, no sólo para reducir el impacto de estos flagelos sino para, una vez aplicados estos aranceles proteger la industria, el comercio y los empleos que son los principales afectados ante estas medidas en ambas fronteras, pues la disminución del ingreso de materias primas a Estados Unidos genera retrasos en su propio desarrollo empresarial.
En definitiva, estas mesas de trabajo han llegado a la conclusión de reafirmar la estrategia mexicana de lucha contra el fentanilo y la protección permanente de los pasos fronterizos, ahora tomando en consideración la protección de la industria nacional en ambos países, con el objetivo de evitar esta aplicación arancelaria en el próximo mes de agosto.