Cada vez son más los países que buscan ayudar a nuestro planeta, transicionando a energía más limpias, sin embargo, el camino no ha sido fácil. En búsqueda de nuevas opciones, Canadá a tomado un camino muy extraño y está utilizando reactores que se alimentan de algo prohibido pero revolucionario, veamos de qué se trata.
Canadá tiene la respuesta
La energía nuclear siempre ha sido la fuente de poder más estable y poderosa, capaz de generar electricidad limpia las 24 horas del día, sin embargo, desde que se inventó, ha existido un problema que ha frenado su expansión en todo el mundo y son los desechos radiactivos.
Son residuos tóxicos, que permanecen por miles de años y obligan a los países a buscar soluciones que terminan siendo muy caras. La pregunta clave siempre ha sido ¿cómo podemos aprovechar esta energía tan potente sin tener que lidiar con el problema de la basura nuclear?
Pero ahora, unos ingenieros y científicos de Canadá han hecho algo que parecía de ciencia ficción, pues han tomado lo que antes era un material contaminante y peligroso, y lo han transformado en su recurso más valioso.
Canadá tiene en sus manos la solución para el futuro de la energía, pues han creado un nuevo reactor nuclear que tiene la capacidad de consumir sus propios residuos, literalmente alimentándose de lo prohibido para generar electricidad limpia y segura.
Una máquina que come desechos
El reactor se llama SSR-W (Reactor de Sal Estable – Quemador de Desechos) y es un invento cambia por completo la relación entre la energía nuclear y nuestro planeta, ya que convierte la basura en combustible, un logro tan impresionante como lo que hicieron con la energía negra.
Pero en lugar de usar combustible nuevo, el reactor está hecho para utilizar el combustible nuclear gastado de los reactores tradicionales, como los reactores canadienses tipo CANDU, lo que permite una quema continua de los elementos más peligrosos.
Científicos de Canadá, el Reino Unido y Estados Unidos han hecho confirmado que el reactor puede quemar la mayor parte de los elementos más peligrosos que hay en la basura, lo que significa que esto no es solo una idea o una promesa, es una realidad.
Menos basura, más energía
La tecnología de este reactor invierte la lógica actual, pues en lugar de acumular materiales altamente radiactivos que duran miles de años como los reactores convencionales, el SSR-W los transforma en una fuente estable de energía, ayudando a nuestro planeta.
Esto trae beneficios enormes, comenzando por reducir la cantidad de basura y terminando por reducir los peligros, pues al consumir los elementos más peligrosos, reduce la radiotoxicidad y el calor residual, factores que son críticos en la seguridad del almacenamiento.
El sistema ofrece una flexibilidad que los reactores tradicionales no tienen, ya que la recarga puede hacerse mientras está funcionando, lo que le permite ajustarse a la demanda de electricidad en tiempo real sin sacrificar eficiencia.
El CEO de Moltex, Rory O’Sullivan, lo resumió de forma clara, explicando que el SSR-W está diseñado para reutilizar y consumir los residuos nucleares reciclados. El objetivo es que el combustible usado se pueda recuperar y sirva para encender reactores nuevos, cerrando casi por completo el ciclo.
Si todo sale como está planeado, Canadá instalará su primer reactor SSR-W en Point Lepreau a principios de la próxima década, un invento que no solo soluciona el problema de la basura nuclear, sino que impulsa la creación de una energía muy confiable y amigable con nuestro planeta.
Sin duda, este reactor que se come sus propios desechos es un avance enorme para la energía nuclear. Al convertir el problema en recurso, la energía nuclear se vuelve más segura y se consolida como una de las mejores herramientas para un futuro amigable con nuestro planeta, sumándose a los nuevos avances de energía en la nieve.

