Siempre hemos escuchado que para cuidar nuestro planeta, hay que utilizar energías limpias, pero la verdad es que, por mucho tiempo, la imagen de la energía en México estuvo ligada a las grandes nubes de humo que salían de las plantas de carbón o al viejo sueño de la energía nuclear. Pero ahora el mundo está cambiando y México tiene un tesoro que no se acaba. Ese tesoro es el sol y la CFE ha puesto la mirada en él, pero con una idea bastante diferente a lo que estamos acostumbrados. Acá te contamos los detalles.
Una transición a la energía limpia
Lo que veremos ahora es un cambio que va mucho más allá, pues en lugar de depender únicamente de quemar combustibles, ahora se busca que el cielo despejado de estados como Sonora y Coahuila trabaje para nosotros. La idea es usar las instalaciones que ya existen, pero dándole un giro mucho más limpio, para que el aire que respiramos no se ensucie mientras disfrutamos de las comodidades en casa.
Para los usuarios, esto significa que la red eléctrica se está preparando para un mundo donde cada vez necesitamos más energía para nuestros teléfonos, computadoras y aires acondicionados. No es solo por cuidar el planeta, sino para estar tranquilos de que siempre tendremos luz, sin importar si el precio del gas o el petróleo sube en otros países.
El plan es enorme, pues la CFE quiere capturar muchísima energía del sol, tanto que van a multiplicar casi por cuatro lo que producen hoy en día. Suena una locura, pero todo esto está en Sonora, en un lugar llamado Puerto Peñasco, donde están armando la planta solar más grande de toda Latinoamérica, donde un mar de paneles bajo el sol del desierto enviando energía limpia a millones de hogares.
Del carbón a la luz del desierto
Lo más interesante de este plan es que no se está abandonando a las regiones que antes vivían del carbón, sino que se están transformando. Resulta que, en Coahuila, en lugares conocidos por sus plantas de carbón como Río Escondido, se van a construir parques solares gigantescos con una inversión de más de 15 mil millones de pesos.
Pero lo mejor es que estas nuevas plantas no solo son paneles solares, también van a tener unas baterías gigantescas para guardar la energía, como si fueran pilas enormes. Esto sirve para que, aunque se oculte el sol o esté nublado, esa electricidad guardada se pueda usar en cualquier momento, asegurando que nunca nos falte el servicio en casa.
Van a invertir una cantidad increíble de dinero, casi 2 mil millones de dólares, solo para que esos cables sean más fuertes y modernos. Se trata de un plan completo, que va desde atrapar el rayo de sol en el desierto hasta que llegue con fuerza y sin fallas hasta el enchufe de tu casa, justo ahora que nos estamos despidiendo de los apagones.
Un respaldo para que nunca falte la luz
Pero como el sol no brilla las 24 horas, la CFE también está invirtiendo en plantas de «ciclo combinado», pero ¿Qué significa esto? Pues básicamente que funcionan con gas y vapor, para servir como un respaldo firme. La idea es usar el sol todo lo que se pueda y tener estas plantas listas para entrar en acción si el clima cambia.
Con este plan México nos demuestra por fin está aprendiendo a usar lo que la naturaleza nos regaló de una forma mucho más inteligente. Invertir tanto dinero en energía solar y en mejores cables no solo es una gran noticia para cuidar nuestro mundo, sino que nos da la seguridad de que tendremos una empresa de luz más fuerte y moderna, lista para los retos que vienen. Mientras se quemaba dinero en el desierto, el sol siempre había estado ahí, pero ahora finalmente lo estamos aprovechando el máximo.
