Un país del desierto en el Medio Oriente sabe que hay algo inevitable en la energía que pasará muy pronto, por lo que, ya tienen un plan de salvación. Aunque tengan las mayores reservas de petróleo del mundo, sus inversiones se están enfocando en otras energías.
El desierto se prepara para su mayor cambio energético
Si te hablan del Medio Oriente, lo primero que se viene a la cabeza es desierto y petróleo. Son las regiones donde se guarda mayores reservas de petróleo, como productores y exportadores, han cosechado riquezas muy grandes, pero que pueden acabarse en cualquier momento.
El petróleo no es un recurso renovable, y tarde o temprano, las reservas van a comenzar a disminuir. Además, el cambio climático y la contaminación por la quema de combustibles fósiles están logrando que cada vez sea menos interesante. Necesitamos energías que nos den potencia, pero sin contaminar el ambiente.
El mundo actual, piensa distinto que hace unas décadas, y Arabia Saudí lo sabe. Están preparándose para lo inevitable: la caída y eliminación de los combustibles fósiles. Y antes de que sea un problema económico y una crisis para ellos que son exportadores directos de petróleo, tienen una salvación.
Decidieron no hacer el papel de víctimas, sino fomentar y expandirse en las energías renovables, que serán su salvación en los próximos años. El reino quiere transformar su sistema energético a través de fuentes limpias como la solar y eólica.
La estrategia de Arabia Saudí para salvarse y mantener su poder mundial
Pero no basta con solo decirlo, tienen un plan bien estructurado para alcanzar una meta ambiciosa. Recientemente, anunciaron 7 proyectos, con una inversión de $8300 millones de dólares, por la empresa ACWA Power, que se enfocará en energías limpias.
Tanto energía solar como eólica, serán las principales fuentes de estos proyectos que se van a distribuir por todo el país de manera estratégica. Como saben que los combustibles fósiles están en sus últimos días y con el ultimátum de Musk sobre una escasez mundial de esto, han puesto manos a la obra.
Por medio de su programa en energías renovables a nivel nacional, pretenden que en 2030, su economía esté diversificada y eliminar la dependencia al petróleo. Por supuesto, este cambio no se hará de un día para otro, el crudo sigue siendo necesario para ciertos procesos, pero con métodos más eficientes.
¿Cómo lo harán? Se van a enfocar en dos economías, la de las renovables, impulsando nuevas tecnologías y ampliando su sistema energético, y en la exportación del crudo no usado para mantener su liderazgo mundial. Todavía el petróleo mueve mucho dinero, pero en el futuro podría ser otra historia.
En otras palabras, usarán las energías renovables en casa para ahorrar petróleo, y este crudo lo exportarán para aumentar ganancias. De esta manera, fortalecen su economía y a la vez, hacen la transición energética internamente.
Los objetivos de las energías renovables son muy claros para los próximos años
Las metas son muy claras para lograr en 2030, y es que Arabia Saudí tenga al menos la mitad de su energía consumible, generada por fuentes renovables. Y no es sencillo, porque es un país que mantiene una gran demanda energética, pero están dispuestos a hacerlo.
Aunque se sabe que hay costo oculto en las energías limpias que no te cuentan, vale la pena que todos los países se pongan la camiseta de la transición, porque aunque no se elimine por completo la contaminación, con solo disminuirla, nos estamos salvando por unos años más.
Además, los monarcas del desierto, que están invirtiendo en esta salvación, están claros que las energías limpias forman un complemento, y que el petróleo sigue siendo parte de su estrategia económica. Sin embargo, en un futuro, cuando pase lo inevitable con los combustibles fósiles, ya tienen un sistema de respaldo.