Seguramente cuando viajas por el norte de México, en estados como Zacatecas, Sonora o Chihuahua, lo primero que ves es un desierto enorme bajo un sol que quema parejo. Parecen lugares muy tranquilos donde solo hay tierra seca y viento, pero lo que pocos saben es que, debajo de toda esa arena y esas piedras, hay un tesoro que todo el mundo quiere encontrar. No es algo que solo sirva de adorno, es lo que se necesita para fabricar los celulares que traemos en el bolsillo y los coches eléctricos del futuro, pero, ¿de qué se trata todo esto?
Una riqueza escondida en los desiertos
Una riqueza estaba escondida «bajo llave», pero contrario a lo que pensaríamos, no era porque faltara interés o dinero, sino porque los proyectos para llegar a ella estaban atrapados en un laberinto de trámites y papeles que simplemente no avanzaban. Había empresas con las máquinas listas y los trabajadores esperando, pero el «semáforo» de los permisos estaba en rojo.
Era una situación difícil, porque mientras en todo el mundo se necesitaban estos materiales, en estas regiones de México parecía que el tiempo se había detenido. Miles de empleos y oportunidades se quedaron ahí, esperando turno. Pero las cosas ya cambiaron por completo y el desierto está por despertar con muchísima fuerza.
El gobierno ya se puso las pilas para sacar todos esos papeles que llevaban años guardados y llenos de polvo. Lograron arreglar más de la mitad de los permisos que estaban detenidos, y eso fue como abrir una llave de agua en plena sequía, pues de pronto, todo empezó a moverse de nuevo. Esta gran noticia significa que van a llegar más de 11 000 millones de dólares para que las minas del norte de México vuelvan a trabajar con todo.
Con estos permisos, ahora tienen el camino libre para sacar materiales muy importantes, como el cobre, la plata y el oro. Estos metales son más valiosos que nunca, porque sin ellos no se podrían hacer los cerebros de las computadoras (microchips) ni las baterías de los coches eléctricos que ayudan a que el aire del planeta esté más limpio.
Un nuevo motor para el norte de México
Zacatecas se está llevando el protagonismo, porque se invertirán más de 6500 millones de dólares, lo que les dará un segundo aire a minas muy famosas como San Nicolás y Camino Rojo. Lo mejor de todo es que, como los trámites ahora son más rápidos, algunas minas podrán trabajar hasta 20 años más de lo que se esperaba. Esto es una gran noticia que asegura que miles de familias tengan un trabajo estable y mejores sueldos por mucho tiempo.
Sonora tampoco se queda atrás y sigue demostrando por qué es el gigante de la minería en México. En este estado, casi de cada cuatro pesos que se ganan, uno viene de lo que se extrae de la tierra. Con el regreso de proyectos como El Tigre y El Pilar, la economía de la zona recibirá una ayuda enorme de cientos de millones de dólares.
Las sorpresas continúan
Chihuahua y Durango también están aprovechando la racha para asegurar que les vaya bien en el futuro. En Chihuahua planean invertir más de 3600 millones de dólares de aquí al 2030, enfocándose en minas que pueden transformar por completo pueblos que antes no tenían muchas formas de salir adelante.
En Durango ya se aprobaron diez permisos muy importantes que permitirán la llegada de nuevas empresas. Todo esto pasa porque el mundo entero está buscando en México los materiales necesarios para fabricar las cosas modernas que todos usamos hoy en día, así que todo indica que serán cambios tan impresionantes como las sorpresas que trae el Tren Maya.
No podemos negar esta inversión millonaria es una apuesta por un México más fuerte y moderno. Es la prueba de que, cuando se quitan las trabas innecesarias y se trabaja con orden, nuestro país puede competir con los mejores del mundo. El desierto ya no será solo un lugar de paso, sino el corazón de una industria que está ayudando a construir el futuro tecnológico de toda la humanidad, extrayendo desde la profundidad de nuestra tierra los recursos que hoy mueven al mundo. Y si quieres conocer más avances como este, acá te contamos sobre la fuente de energía infinita que se descubrió en México.