Hay inventos que parecen sacados directamente de una película de ciencia ficción, sobre todo cuando se trata de Estados Unidos. Hace poco más de diez años se dio origen a una de las primeras, y más grandes, plantas de energía termosolar en el mundo. La ambición era enorme pues la meta era suministrar energía limpia a más de 100 000 personas, sin embargo nada salió como esperaban. Pero lo más curioso es que ahora, México quiere intentar repetir una historia muy similar. Acá te contamos los detalles.
De Estados Unidos a México
Hace poco más de diez años, el Gobierno de Estados Unidos y grandes inversionistas soñaron con construir plantas solares gigantes en el desierto, como la Crescent Dunes en Nevada, invirtiendo 1000 millones de dólares. Querían generar electricidad hasta en la noche usando una tecnología que calentaba sales con miles de espejos.
Pero ese sueño fue un fracaso total, pues a planta Crescent Dunes tuvo problemas desde el inicio: una fuga gigante de las sales la apagó por casi un año, nunca generó la electricidad que prometió y terminó cerrando en 2019, declarándose en quiebra. Otro proyecto similar, el Ivanpah en California, costó 2200 millones de dólares y también terminó cerrando por ser demasiado ineficiente.
Pero ¿Cuál es el problema? La razón del fracaso no es la energía solar en sí, sino la tecnología que eligieron, es demasiado cara. Mientras que un megawatt por hora producido por esta tecnología costaba 135 dólares, la energía solar simple (la de los paneles fotovoltaicos comunes) se abarató tanto que hoy solo cuesta 30 dólares por la misma cantidad de electricidad.
Simplemente, la tecnología que eligió Estados Unidos dejó de ser rentable, dejando al país con miles de millones de dólares perdidos en el desierto. Y justo esa es la tecnología que México quiere intentar: el Gobierno, a través de la CFE, invertirá 800 millones de dólares en este mismo tipo de centrales termosolares en Baja California Sur. La gran pregunta es: ¿por qué México apuesta por algo que en el norte ya es considerado obsoleto?
Una apuesta muy arriesgada
Si te sorprendiste con la energía que brota de las tierras mexicanas, debes quedarte a ver la apuesta de México, pues a pesar del historial del proyecto estadounidense el Gobierno de México ha decidido revivir esta tecnología argumentando que la pondrá a la vanguardia en energías renovables, pero ¿Qué es lo que harán?
El plan, anunciado por la CFE y la Secretaría de Energía, contempla la inversión de 800 millones de dólares para la construcción de dos centrales termosolares en Baja California Sur con el fin de beneficiar a entre 100 mil y 200 mil hogares y reforzar el abasto eléctrico en la entidad. La gran apuesta de la CFE es que estas plantas utilizarán la Tecnología de potencia solar térmica de Torre central.
Un sistema con muchas ventajas
Su principal ventaja es que permiten incorporar capacidad firme sin intermitencia, ya que concentran la energía solar en tanques de almacenamiento térmico para producir electricidad incluso en las noches, algo que los paneles fotovoltaicos no pueden hacer de forma tan eficiente. La presidenta Claudia Sheinbaum justificó la decisión señalando que este tipo de inversión es muy importante para el país, porque nos pondrá a la vanguardia en energías renovables.
Además, esta iniciativa impulsará la descarbonización al sustituir combustibles fósiles como el combustóleo, diésel y gas, aprovechando el vasto recurso solar del país. Se espera que la construcción de las centrales termosolares tome entre 36 y 48 meses y que, en su primera etapa, produzcan 100 megawatts (MW) a través de 11 horas de operación continua.
El gran reto para la CFE y para México es claro: lograr lo que Estados Unidos no pudo. Tienen que conseguir que esta inversión sea rentable y que no termine produciendo una electricidad tan cara que nadie pueda pagar. México apuesta por la soberanía y por dejar de contaminar, pero solo el tiempo dirá si esta segunda oportunidad para la termosolar será la gran victoria tecnológica que espera el país, o si se sumará a la lista de miles de millones de dólares perdidos en el desierto. Y mientras eso sucede, han encontrado el mayor tesoro en el mar.