Puede que no todos seamos fanáticos del invierno, pero en Finlandia, no es solo una estación, es un desafío de supervivencia. Con temperaturas que caen muy por debajo del cero, mantener las casas calientes es la prioridad número uno para millones de personas. Lamentablemente esto ha significado quemar grandes cantidades de combustible, contaminando nuestro planeta. Los ingenieros finlandeses llevan años buscando una fuente de calor que sea constante, limpia y, sobre todo, que no se desperdicie y al parecer, al fin la han encontrado.
Finlandia tiene la solución
Cada vez que buscas algo en Google, ves una serie en línea o le haces una pregunta a la inteligencia artificial, hay miles de computadoras súper potentes trabajando día y noche en edificios enormes llamados centros de datos. Estas máquinas producen una cantidad increíble de calor, tanto que necesitan sistemas de aire acondicionado gigantes solo para que no se quemen o se derritan.
El asunto, es que por muchos años, todo ese calor se consideraba simple «basura» que se soltaba al aire libre sin que nadie lo aprovechara para algo bueno, sin embargo, en ciudades como Helsinki, han empezado a ver este problema de una forma totalmente diferente. Se dieron cuenta de que tenían una fuente de energía que nunca se termina justo ahí, en el corazón de la ciudad, alimentada por nuestras ganas de estar siempre conectados.
El gran reto era encontrar la forma de atrapar ese aire caliente y la solución parece de película, pues resulta que Finlandia está usando el calor de internet para calentar sus hogares. Gracias a acuerdos con empresas grandes como Microsoft y Google, el calor que sueltan las computadoras ya no se desperdicia. Ahora, ese calor se recolecta y se manda por una red de tubos debajo de la tierra para dar calefacción a miles de departamentos y casas.
Del servidor a la estufa
Finlandia utiliza una infraestructura muy avanzada de tuberías que recorren toda la ciudad. Cuando los servidores se calientan, el sistema captura ese calor residual y lo pasa por unas máquinas llamadas «bombas de calor industriales». Estas máquinas toman ese calor tibio y lo aumentan hasta los 90 grados centígrados, lo suficiente para que el agua caliente viaje por las tuberías y llegue con fuerza a las escuelas, edificios públicos y departamentos.
Lo que se logra con esta idea es realmente asombroso, pues se calcula que con un solo centro de datos se puede juntar energía suficiente para calentar hasta 20 000 casas, por ejemplo, en un lugar llamado Hamina, existe un proyecto con Google que planea darle calefacción al 80% de toda la gente que vive en esa zona.
Esto cambia por completo lo que pensamos de la tecnología, pues ahora esos edificios llenos de computadoras no solo sirven para guardar fotos o buscar información, sino que se convierten en «estufas gigantes» que cuidan a toda la comunidad. Es un logro realmente impresionante y tan revolucionario como este descubrimiento de energía en México.
Un modelo con visión de futuro
Aunque este sistema es brillante, hay que reconocer que también tiene sus límites. Para que funcione, los centros de datos deben estar cerca de las zonas donde vive la gente, ya que el calor se pierde si viaja distancias muy largas. Además, aunque esto ayuda a aprovechar mejor la energía, no reduce la electricidad que consumen las computadoras.
Pero en un mundo que busca desesperadamente formas de ser más ecológico, reutilizar lo que antes se tiraba a la basura es un paso lógico y muy inteligente. Finlandia nos ha demostrado que la respuesta a los grandes problemas a veces se encuentra en los lugares más extraños e inesperados. Es un gran recordatorio de que, cuando se cuenta con las instalaciones adecuadas, el avance de la tecnología y el bienestar de las personas pueden ir de la mano perfectamente. Así, se logra que el mundo sea un lugar un poquito más cálido con cada clic que damos en nuestras computadoras. Y si quieres conocer más avances como este, acá te contamos que forrarán espejos en el desierto.