Sabemos que la relación entre los países nunca ha sido la mejor, pero mientras el mundo se enfoca en la rivalidad entre Estados Unidos y China, el país asiático ha estado construyendo una red de influencia en México, una red es silenciosa, pero muy fuerte que ha crecido mucho. Esta estrategia va mucho más allá de solo vender productos y ha llegado a áreas importantes como la tecnología, los puertos y ahora van por mucho más. Es un proyecto muy ambicioso, donde la meta es conseguir un recurso muy valioso, veamos de qué se trata.
El plan secreto de China en México
La presencia de empresas y personas de China ha crecido tanto que el propio gobierno mexicano, con la nueva presidenta Claudia Sheinbaum, ahora es más cuidadoso al hablar en público sobre China. Esto se debe a que Estados Unidos está atento y ha amenazado con poner impuestos a los productos mexicanos y aunque han detenido algunos proyectos grandes con China, la relación general entre los dos países sigue creciendo sin parar.
Esta «invasión» no es con soldados, sino una toma estratégica del futuro. China está invirtiendo miles de millones de dólares en puertos, telecomunicaciones y tecnología. Esto le da una gran influencia y acceso sobre cómo funciona la infraestructura de México. Todo esto pasa justo cuando México tiene en sus manos la llave para una de las industrias más importantes de este siglo.
El recurso que podría hacer a México un país muy poderoso es el litio, llamado el «oro blanco», que es necesario para las baterías eléctricas. La invasión china empezó hace tiempo con una inversión silenciosa pero profunda en la infraestructura digital, con empresas como Huawei y la compra de minas y proyectos grandes. Así, China fue asegurando su lugar en la economía mexicana a largo plazo.
Una red bajo la tierra mexicana
China está logrando tener mucha influencia en México, sobre todo con tecnología y dinero. La empresa Huawei se ha vuelto la principal compañía que le da la base digital. Han invertido más de mil millones de dólares solo para el servicio de internet en la nube de México. Esta compañía incluso le vende servicios al gobierno y quiere trabajar con los centros de inteligencia, creando una gran dependencia de la tecnología china.
Otras empresas chinas también controlan áreas importantes. Por ejemplo, Hikvision maneja la mayoría de las cámaras de seguridad y vigilancia de las ciudades, mientras que Lenovo hizo de México su centro más grande para fabricar e investigar tecnología en América Latina. Y no podemos olvidar el mar, donde la presencia china es esencial, pues han estado manejando puertos clave como Veracruz, Lázaro Cárdenas y Manzanillo.
El problema detrás del litio
Mientras un material está intoxicando a los mexicanos, el mayor conflicto en esta «invasión» está en el litio, ya que México nacionalizó el mineral, quitándole las concesiones a la empresa china Ganfeng que tenía el yacimiento más importante del país en Sonora, el llamado Valle del Litio. Esto buscaba asegurar que el recurso solo beneficie a México.
Pero ahora el gobierno mexicano se encuentra ahora en un problema grande: le quitó el recurso a China, pero no tiene ni el dinero ni la gente preparada para sacarlo por sí mismo. Mientras México discute qué hacer con sus reservas, que son de las más grandes del mundo, la influencia china en el resto de la economía sigue creciendo y metiéndose en todos los niveles, desde los políticos del Congreso hasta los gobiernos de los estados.
La invasión de China en México es una toma de control que avanza poco a poco en áreas muy importantes. Esto incluye la infraestructura tecnológica los puertos de los barcos, y las nuevas fábricas que se están mudando al país. Todo esto sucede mientras el recurso más valioso que tiene México, el litio, sigue sin ser usado, porque el gobierno no tiene un plan claro ni el dinero necesario para sacarlo de la tierra. México debe encontrar la forma de aprovechar su litio sin perder su soberanía frente a una potencia extranjera, pero mientras eso sucede, están volando montañas para extraer riqueza.
