Estamos ante un dilema de energía, queremos que las alternativas renovables sean la estrella, pero la relación entre Japón y la CFE nos deja bajo un peligro inminente. Podemos retrasar todo el adelanto y esfuerzo que se ha hecho por las alternativas verdes.
¿Una alianza peligrosa? El debate de la energía llega a México
Ante una esperanza de transición energética limpia y renovable, nos encontramos con un reto en el camino. Si bien, México necesita fortalecer su sistema eléctrico por la alta demanda de consumo, hay una alianza que podría llevarnos al bordo del abismo.
Mucho se habla del tema de descarbonización, y es el objetivo central, pero ¿Cómo lograrlo? Los sistemas de energías renovables requieren de inversiones altas y capacitaciones, y México posiblemente no pueda esperar, por tanto. El dilema ocurre cuando la solución puede ser peor.
Ya vimos los peligros de la energía oscura a los que se expone Pemex, ahora Japón, mediante la marca Nissan, se ha unido con la CFE para potencia una energía que creíamos estaba desechada por sus consecuencias irreversibles en el ambiente.
Hablamos de la energía nuclear, un tema de controversia, pues aunque tiene beneficios económicos, eficientes y de descarbonización, sus peligros por accidentes y desechos, la convierten en un dilema que genera mayores riesgos que ventajas. Es como retroceder en el tiempo, luego de avanzar.
¿Cómo funcionaría la alianza por la energía nuclear en México?
El plan es aliarse mediante un contrato directo, para abastecer de energía nuclear el 90 % de las plantas Nissan en el país. Específicamente a dos fábricas ubicadas en Aguascalientes y una en Morelos, que consumen alrededor de 400 gigawatts-hora al año.
La energía nuclear proviene de planta de Laguna Verde, en Veracruz, que representa solo el 5 % de la electricidad nacional, y aunque había un plan para expandirse y activar más reactores, se aclararon las dudas con la postura de Sheinbaum sobre este tipo de energía.
El problema radica en que, aunque es una fuente para evitar la contaminación, también es un grave peligro por sus desechos radioactivos, que hasta el día de hoy no existe una manera segura y sostenible para deshacerse de ellos. Es una energía no renovable que va en contra de los principios ecológicos.
Nissan quiere apostar por las energías no contaminantes; sin embargo, hay mejores opciones que la nuclear. En un principio, la compañía exploró el uso de biogás, energía eólica y luego gas natural. También quieren invertir en otras fuentes renovables como parques solares.
Hay todo un dilema en torno a la nuclear, si tenemos energías limpias, verdes y renovables que ya son seguras y eficientes, regresar al pasado es como dar un paso atrás en la transición energética. Son más los riesgos que los beneficios de esta fuente de energía.
¿Vale la pena arriesgarnos con la energía nuclear?
El tema es que la energía nuclear es barata y nos puede librar de los apagones, pero ¿A qué costo? El precio ambiental a pagar será muy alto con riesgos irreversibles. Queremos la transición energética, pero si vamos a hacer un plan para el futuro, debemos hacerlo bien.
El planeta ya está sintiendo los efectos del cambio climático y daño ambiental provocado por los humanos. Si no lo crees, basta con conocer este extraño fenómeno que destruye los océanos. Si a toda esta situación añadimos el uso de energía no renovables, estaremos en mayores problemas.
La alianza entre Japón y la CFE para abastecer de energía nuclear a las plantas de Nissan, puede verse de manera positiva para transformar la industria y ayudar con los planes de descarbonización. Sin embargo, los peligros asociados a su uso, la hacen más riesgosa que beneficiosa, teniendo otras fuentes más seguras para explotar, no vale la pena arriesgarnos tanto.