Gracias a su aportación del 2.05% al Producto Interno Bruto (PIB), la minería se considera como una de las actividades económicas más importantes para México. Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas, ya que este sector también tiene un lado oscuro.
Es bien sabido que la minería puede ser un foco de contaminación ambiental por los procesos que se realizan para extraer las piedras y metales preciosos. Por ello, activistas defensores del medioambiente han levantado la voz para exigir regulaciones que permitan proteger al ecosistema.
Lamentablemente, en México, los activistas no están seguros.
El peligro de la minería
Recientemente, el Centro de Información sobre Empresas y Derechos Humanos (CIEDH) compartió un informe en el que señala a los países en donde los activistas sufren más agresiones y sus derechos no son válidos. El CIEDH señala que las mineras silencian las molestias de los defensores para no dañar su imagen ante el público y el mismo sector a nivel internacional.
Según el CIEDH, México es el segundo país a nivel mundial con más ataques contra los activistas, solo por debajo de Brasil. En el informe se indica que de 2024 a 2025 se reportaron 455 casos de agresiones contra activistas.
Además, en cada situación pueden estar involucradas decenas de personas, ya que las organizaciones civiles reportan por conjunto y no individualmente. Asimismo, los especialistas del estudio mencionaron que la cifra es mayor, ya que hay muchos casos de agresiones que no se reportan por miedo a las represalias de las industrias relacionadas con la minería.
¿Quiénes son los más afectados?
La mayoría de los activistas que sufren ataques son personas de las comunidades indígenas que se vieron afectadas directamente por la tala de árboles, la contaminación en el agua potable o por los gases que emanan las compañías mineras.
Estas personas suelen crear fundaciones y organizaciones sin fines de lucro para poder acercarse a las autoridades y exigir justicia por su gente. No obstante, según los reportes, en muchas ocasiones los Gobiernos son omisos al preferir los ingresos que generan las industrias mineras sobre la población en general.
En este sentido, los especialistas informaron que los activistas son los más vulnerables al intentar defender su tierra y al medioambiente, ya que no cuentan con un respaldo por parte de las autoridades que les permita defenderse contra las industrias, lo que ocasiona desapariciones y situaciones peores.
Urgen acciones para proteger a los activistas
De acuerdo con el Centro de Información sobre Empresas y Derechos Humanos, en diferentes estados de la república mexicana se han registrado ataques y la violación de los derechos humanos contra los activistas, principalmente en las regiones donde hay mineras.
A pesar de que las autoridades diseñaron mecanismos que protegen a activistas y periodistas que hablan sobre los abusos y agresiones que sufren, no son suficientes para protegerlos. Esto se debe a que no hay una buena práctica ni regulaciones efectivas contra los agresores.
Además, la minería no es la única industria en la que los activistas sufren violencia. En los combustibles fósiles e hidrocarburos y la tala de árboles también se han presentado casos de agresiones contra los defensores, lo que aumenta el número de afectados.
Al momento, el Gobierno de México, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, tiene varias solicitudes de las organizaciones civiles para que cree un plan sólido que garantice la protección de los defensores y sus tierras. Por su parte, la presidenta presentó reformas enfocadas en la protección de las mujeres, incluyendo a las activistas e indígenas.
Sin embargo, los colectivos continúan pidiendo reunirse con las autoridades para poder presentar sus quejas y los números reales de las agresiones que enfrentan por intentar proteger su patrimonio y al medioambiente.