Algo está sucediendo en los mares que los destruye y es por la explotación que Trump quiere y necesita, pero México hizo una barrera para impedir que suceda. Este es un primer paso que todos los países deben seguir como ejemplo si queremos conservar el planeta para el futuro.
¿México es una barrera para los planes de Trump en el mar? Esto es lo que sucede
Hay un tema que preocupa y es nuestro planeta, estamos ante una era que sí o si debemos hacer cambios o lamentarnos en los próximos años. La postura de agotar y explotar sin piedad los recursos, no funciona en este momento, si queremos conservar la Tierra por más tiempo.
Por ello, México ha creado una barrera contra Estados Unidos y la política de Trump para acabar con los mares. Su enfoque contrario al ambientalismo, podría costarle muy caro al planeta, con algo que no podemos reparar ni con todo el dinero del mundo.
Estados Unidos le apuesta a la explotación del lecho marino para extraer minerales críticos, sin importar la destrucción del ambiente que esto pueda ocasionar. Ante esta situación, México, que busca enfocarse en las energías verdes, decidió cancelar las concesiones de minería submarina.
¿Nueva tensión entre naciones? Así es como se cancelaron las concesiones para explotación de minería marina
Toda la historia comienza por la empresa estadounidense Odyssey Marine Exploration, la cual se dedica a rescatar tesoros en lo profundo del mar. Pero se encontró con la cancelación, por parte de México, de las concesiones mineras con su filial Exploraciones Oceánicas (ExO).
Esta empresa explotaba fosfato en el lecho marino del Golfo de Ulloa, en Baja California Sur, desde hace unos 50 años, dentro de un área de la Zona Económica Exclusiva de México. Esto disgustó a la empresa y argumentó que la cancelación fue ilegal.
Entre disputas internacionales de ambas naciones, México argumenta que Odyssey no cuenta con experiencia en minería, ya que su principal actividad es la búsqueda de tesoros submarinos. Y explotar los minerales bajo el mar, afectan a la biodiversidad del lugar, ya tenemos suficiente con este fenómeno de calor.
Sin embargo, Estados Unidos y la política de Trump no piensan igual. En su anterior mandato, Trump emitió una orden ejecutiva para impulsar la explotación del lecho marino para extraer minerales críticos, por lo que, se espera que creen mecanismos para continuar con esta explotación.
Si se logra acelerar la emisión de permisos para exploración y extracción, incluso más allá de la jurisdicción estadounidense, sería un duro golpe al medio ambiente. Esta visión es fuertemente contraria con la posición mexicana, respaldada por su reforma minera y por preocupaciones ambientales y sociales.
Las consecuencias de explotar minerales en el fondo del mar, detenerlo es la única opción
Usar este tipo de minería, atenta contra la vida marina y el paisaje. Las técnicas de dragado propuestas por la empresa nunca han sido aplicadas en ningún otro lugar del mundo, por lo que se considera un riesgo ambiental sin precedentes.
La minería de fosfato en el mar implica remover el fondo oceánico, lo que destruye hábitats marinos y dispersa contaminantes en el agua. Este tipo de actividad, según organizaciones ambientalistas, pone en riesgo a especies en peligro de extinción como la ballena gris y la tortuga caguama.
También se afecta directamente a la pesca local de langosta, pulpo y abulón, actividades económicas fundamentales para las comunidades de la región. Si bien, México encontró la energía eólica potente dentro del mar, prácticas como la minería marina son peligrosas para el ambiente.
En ese sentido, hay una reforma vigente a la Ley Minera que prohíbe expresamente la minería submarina en México. El artículo 20 de esta ley impide cualquier actividad minera en áreas protegidas, cauces, zócalos submarinos, el lecho marino y otras zonas marítimas sensibles.
Por lo tanto, la barrera de México hacia las ideas de Trump de destruir el mar continuarán, y la batalla podría ser más fuerte con el tiempo. El gobierno mexicano sostiene que actuó en defensa del medio ambiente, de sus recursos naturales y del bienestar de sus comunidades costeras.