Cuando creíamos que las tensiones entre México y Estados Unidos, por fin, estaban calmadas, un plazo de pago podría avivarlas nuevamente. El país le debe al norte una cantidad bastante considerable de un recurso que tenemos escaso. Si se entrega (si es que alcanza), podríamos quedar en serios problemas de suministro, pero si no lo hacen, también estamos en conflicto.
¿Una deuda impagable? Esto es a lo que se enfrenta México con Estados Unidos
Los días se agotan para pagar una deuda importante que tenemos con Estados Unidos. Y no, no estamos haciendo referencia a un pago económico, que implique desembolsar efectivo. De hecho, es un pago mucho peor, de un recurso que poco tenemos en la actualidad.
Todo se debe a un tratado comercial que se estableció hace muchos años, en 1944, para ser específicos. En dicho tratado, estamos obligados a entregar este recurso a Estados Unidos, cada cierto tiempo, y por su parte, ellos también tienen otras obligaciones que nos dan beneficios.
Nos referimos al Tratado de Aguas de 1944, un convenio que se firmó hace años (cuando la escasez del agua no era un problema). Este acuerdo regula la división del agua de los ríos Colorado, Bravo y Tijuana, que se ubican entre la frontera de ambos países.
En el caso de México, debe entregar, 2158 millones de metros cúbicos de agua a Estados Unidos, cada 5 años. Por su parte, ellos nos dan 1850 millones, cada año. Pero, el problema radica en que, actualmente, el cambio climático y altas temperaturas, hacen casi impagable.
La historia y tensiones detrás del Tratado de Agua
El plazo de cinco años está a punto de culminar, solo tenemos 10 días (hasta el 24 de octubre) para cumplir con este acuerdo. Con gran esfuerzo, México logró enviar esta cantidad de agua a Estados Unidos, recientemente, pero aún nos queda una deuda gigante.
Esto puede crear nuevas tensiones políticas y comerciales con el gobierno de Trump, pues solo se ha cumplido con menos del 50 % de la deuda, y el plazo está a solo días de cumplirse. Especialmente las autoridades de Texas, están en descontento y pueden tomar represalias si no se salda la deuda.
México no quiere incumplir, solo que las cuentas no le dan. Las sequías están afectando desde hace años los embalses de la zona. En regiones fronterizas, las altas temperaturas han aumentado con los años, y el déficit de agua se acentúa cada día.
Y no es cualquier pago, ese volumen que deben entregar es bastante considerable. Tanto así, que la deuda que nos queda, equivale a más o menos llenar unas 640 veces el estadio Azteca, ¡imagina su magnitud! Y lo peor del caso, es que solo hay 10 días para cumplir esa meta.
Sin embargo, las autoridades han comentado que están llegando a acuerdos, para que la deuda se pague por partes, debido a los problemas de sequía. Esas entregas de forma parcial, disminuirán las tensiones y permitirán que se regularice la situación, a medida que las lluvias regresen.
¿Qué pasaría si México no cumple con el acuerdo?
Muchos se preguntan si es más importante cumplir con el acuerdo, o el agua de los mexicanos. Pues no es un secreto que las sequías están aumentando, las regiones del norte se les hace cada vez más difícil, mantener sus cultivos, suplir necesidades básicas y tener un suministro de agua continúo.
El día cero podría estar muy cerca si no se toman ciertas medidas. Por lo tanto, cumplir con este tratado en la actualidad, sin afectar el derecho al agua, puede ser un tema grave. Mientras que, el gobierno de México, ha sido muy claro y afirma que no entregarán más de su capacidad.
Es decir, no buscan afectar a los ciudadanos mexicanos, y las entregas parciales se harán bajo acuerdo, según el volumen de las lluvias. Pero, si no pueden saldar la deuda, ¿qué pasaría? Si Texas, que es la zona más afectada, incita a sanciones, puede ser una nueva guerra comercial entre ambas naciones.
Ante esta deuda que está a punto de vencerse entre México y Estados Unidos, podemos vernos envueltos en nuevas tensiones. Cada uno defiende su postura, y ambos necesitan del agua de la zona, la solución es dialogar y llegar a acuerdos favorables para los dos. Pese a las sequías, México está dispuesto a cumplir con ciertas limitaciones que el mismo cambio climático está imponiendo.