México avanza con el ejemplo y ahora hasta Estados Unidos está sorprendido por la forma en la que nuestro país se plantó para no dar marcha atrás a una importante decisión que ayudará al medioambiente y a la vida marina.
Sabemos que nuestro país es rico en muchos aspectos y que podemos encontrar una amplia variedad de elementos enterrados o hasta en el fondo del mar. Sin embargo, la política de México también está enfocada en proteger estos recursos, por lo que recientemente tomó una decisión que le cambió la jugada a Estados Unidos y, claro, esto no le gustó al presidente Donald Trump.
¿Qué hizo México?
Por si no lo sabías, en México se practica algo conocido como la minería marina, la cual consiste en extraer minerales del fondo marino. Sin embargo, esta actividad puede dañar a las especies que habitan en la zona donde se hacen las perforaciones. Además, es altamente contaminante por los residuos de minerales que se liberan en el mar.
Por lo anterior, la presidenta Claudia Sheinbaum canceló todas las concesiones que había para perforar el fondo marino y extraer minerales. Sin embargo, entre estos permisos que se habían dado, había una empresa estadounidense que quería hacer su ‘agosto’ perforando en el Golfo de Ulloa, en Baja California Sur.
Se trata de Odyssey Marine Exploration, una compañía que tenía un contrato por 50 años para explorar en las aguas mexicanas y extraer los minerales de la región con la ayuda de la minería marina. Incluso, su contrato le permitía renovarlo por otros 50 años para seguir explotando el área asignada de 114 775 hectáreas de lecho marino. La concesión la otorgó el expresidente Enrique Peña Nieto y desde entonces estaban en territorio nacional, hasta hace unos meses que se canceló.
Desde hace varios meses, los estadounidenses intentan recuperar el permiso para perforar en la zona, acusando de injusta la cancelación del contrato. Sin embargo, las autoridades mexicanas han sido firmes al preferir la vida marina sobre los negocios. Esta situación no fue bien recibida por los estadounidenses que estaban ansiosos por la exploración en aguas mexicanas y que ahora se quedaron sin los minerales nacionales.
Estados Unidos hace lo opuesto a México
A su llegada a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump dejó en claro que iba a preferir las actividades relacionadas con los combustibles fósiles y la extracción de minerales, aunque esto genere contaminación.
Por ello, mientras México estaba cancelando contratos y sirviendo de ejemplo sobre el cuidado de la vida marina, Trump estaba haciendo todo lo contrario al exigir que se incrementara la actividad minera marina para extraer más minerales, específicamente el fosfato, que es el que se encuentra en el lecho marino.
Incluso, no se descarta la posibilidad de que el presidente estadounidense busque intervenir para que se le regrese la concesión a Odyssey Marine Exploration para que pueda seguir explorando en el golfo. Empero, las autoridades mexicanas podrían seguir en negación, ya que se reportó que la agencia de Estados Unidos no cuenta con experiencia para perforar en el mar, debido a que su trabajo consiste en la cacería de tesoros marinos.
Habrá que esperar para conocer cuáles serán las afectaciones que podría tener el mar de Estados Unidos por la minería marina, ya que el hábitat puede verse muy dañado por esta actividad. En cambio, si México necesita el fosfato, podría implementar alguna técnica amigable con el medioambiente para poder extraerlo sin dañar el fondo marino.
Sin duda, México es el ejemplo de que se pueden hacer las cosas sin dañar al medioambiente, mientras que Estados Unidos volvió a quedar como el país que impone órdenes por un solo beneficio: el dinero.