México está en medio de una crisis energética que parece no tener fin. Los apagones han dejado de ser un evento raro para convertirse en una constante molesta que interrumpe la vida cotidiana de millones de ciudadanos, afectando a los negocios, las escuelas y la sensación general de estabilidad. Pero cuando todo parecía perdido, llega una nueva esperanza, que promete revolucionar la industria energética. Es una fuente de energía ilimitada, que nunca descansa y que es amigable con nuestro planeta, pero ¿De qué se trata?
Un cambio en México
No podemos negar que somos cada vez más dependientes de la electricidad y cuando esta se va, parece que nuestro mundo se detiene, entramos en pánico y no sabemos qué hacer. En busca de soluciones las energías renovables como la solar y la eólica, han ganado protagonismo, sin embargo, estas soluciones, aunque vitales, dependen totalmente de la naturaleza, y cuando el sol se oculta o el viento se calma, la red eléctrica del país vuelve a quedar vulnerable.
Esta dependencia de factores externos nos hace sentir indefensos y nos obliga a preguntarnos ¿Acaso no existe en el país una fuente de energía que sea poderosa, limpia y, sobre todo, constante? ¿Hay algún recurso energético que pueda trabajar 24 horas al día, 7 días a la semana, sin depender del sol ni del viento? Pues para sorpresa de muchos, la respuesta es un rotundo sí.
Bajo nuestros pies, dormido y esperando ser aprovechado, yace un tesoro que podría cambiar todo: una fuente de energía limpia, constante e inagotable que no depende del clima. El mundo entero ya está invirtiendo miles de millones de dólares en este recurso, y México, por su ubicación única, es uno de los países más ricos en él.
Una mina de energía infinita
Justo ahora que estamos en una época de experimentos extraños, el planeta entero está invirtiendo a lo grande en la energía geotérmica, que no es más que aprovechar el calor que viene desde el centro de la Tierra. La razón es muy sencilla: esta energía es la única fuente renovable que nunca se apaga. Los expertos dicen que la inversión mundial en este calor crecerá un 20% cada año hasta 2030.
Y aquí viene lo mejor para México, pues el país es un lugar privilegiado para esto. Estamos llenos de volcanes y fallas que funcionan como almacenes naturales de calor bajo tierra. La tecnología actual ya no necesita buscar vapor, solo necesita encontrar roca caliente muy profunda, y de esa, México tiene en cantidades enormes. Estamos, literalmente, sentados sobre una mina de oro energético.
La geotermia tiene un poder que ni el sol ni el viento tienen, pues proporciona energía de «carga base». Imagina que es una batería natural que está siempre al 100%, dando un suministro estable y predecible durante las 24 horas del día, todos los días del año. Piensa en los lugares que jamás pueden fallar, como los centros de datos o las grandes fábricas.
Un tesoro difícil de extraer
Un punto importante es que la extracción de este calor exige una inversión inicial considerable, lo cual ha sido tradicionalmente el principal obstáculo, los costos de operación y suministro son extremadamente estables a largo plazo. No podemos negar que producir electricidad con este calor es complejo. Pero la distribución del gasto nos da una idea: cerca de la mitad se destina a la perforación subterránea para llegar a la roca caliente.
México tiene una oportunidad única, pues tiene la combinación perfecta de una inmensa riqueza geológica y tecnología disponible. Sin duda, el momento ha llegado, pues aprovechar la energía geotérmica no solo resolvería el problema de los apagones y la incertidumbre, sino que posicionaría al país como un líder global en energía limpia y estable. Es hora de dejar de mirar al cielo esperando el sol o el viento, y empezar a mirar bajo nuestros pies, donde se encuentra la fuente de energía que el mundo está buscando y que nunca descansa, sobre todo ahora que Mark Zuckerberg está ayudando a encontrar energía.
