En el fondo marino se oculta un tesoro al que muchas potencias le han puesto los ojos, pero ¿será necesario explotar esto a pesar de las consecuencias? Si intentan sacar lo que se esconde entre las aguas, es muy posible que nos enfrentemos a un nuevo dilema ambiental, uno del que no existe retorno. Esto es todo lo que sabemos sobre este gran conflicto que mantiene al mundo en vilo.
El fondo marino tiene recursos potenciales, pero pueden atentar contra la vida
Necesitamos de energías y recursos suficientes para llevar a cabo nuestra transición de energías. El conflicto es que los minerales no son renovables, y con tanta explotación, es posible que en muchas regiones se estén agotando los recursos, o dentro del futuro cercano.
Sin embargo, lo que pocos saben es que en el fondo marino, existe una cantidad incalculable de recursos suficientes para todos. Pero no es tan buena noticia como parece, pues las grandes potencias están acechando una práctica que deja en peligro la vida marina y del planeta.
Sí, en el fondo del mar hay toda una fuente de recursos y minerales, por lo que, se quiere fomentar la minería marina en aguas profundas. Se trata de una práctica muy peligrosa para los ecosistemas marinos, que son delicados a cualquier intruso.
Si perdemos el fondo del mar, estaríamos causando un daño irreversible. Consecuencias que no tendrán reversa, y a las que debemos enfrentarnos. Por lo que, ¿vale la pena tanto riesgo? La industria minera mundial parece que no tiene suficiente con las áreas terrestres.
¿Qué pasa si la minería marina se convierte en una realidad?
Si fomentamos el impulso de la minería marina, estaríamos firmando la sentencia a nuestros ecosistemas marinos. Aunque la idea de Estados Unidos, al querer desarrollar esta tecnología, es obtener recursos para fabricar elementos para la energía verde, se convierte en una contradicción.
Al avanzar con las energías verdes con baterías, paneles solares, y demás, pero atentando contra el ecosistema marino, estaríamos haciendo una doble moral. Pues arriesgamos nuestro planeta para fomentar unas energías que poco nos ayudarían.
La transición se hace para salvar el planeta y crear conciencia, no con objetivos políticos y económicos. Pero las potencias no piensan igual. Un ejemplo es Estados Unidos al atentar contra la humanidad, desarrollando este tipo de energía no renovable.
Por lo tanto, nos enfrentamos a un dilema controversial. Por un lado, los ambientalistas que buscan salvar el ecosistema marino, y por otro, las grandes potencias que solo quieren fabricar con los recursos existentes en el fondo de los océanos, explotando más zonas del planeta.
¿Es necesario explotar los recursos en el fondo del mar?
El dilema sigue, ¿necesitamos más baterías e impulsar la electricidad verde a costa de la vida marina? De acuerdo con expertos, parte de los recursos minerales pueden cubrirse con reciclaje, así que hay más opciones que no involucran explotar el fondo marino.
Por otro lado, no sabemos qué consecuencias exactas se desaten con la minería marina. Si bien podemos avanzar en tecnología, significaría una pérdida de nuestra ecología y un daño irreparable. Parece que seguimos cometiendo los mismos errores, tal como la CFE que impulsa esta energía negra.
¿Qué pasará si perdemos la vida marina? Es un tema que nos afecta a todos, pues el ecosistema y la cadena se alteraría. Esto hace dudar si la competencia entre naciones es más poderosa que el bienestar del planeta y la humanidad en general.
El mundo está en vilo por la decisión de las grandes potencias, de explotar el fondo marino. Si se altera la vida marina, no tendremos diversidad, se retrocede en el avance contra el cambio climático, y se destruye la cadena de alimentación. Es decir, millones de especies quedan en peligro, incluyendo a los humanos. Los ecosistemas marinos son muy frágiles y un daño no se recupera fácil.
