Necesitamos energías limpias y verdes, eso no es un secreto, pero aunque el mundo le hable a México, ¿es capaz de escuchar y hacer caso? Si se quiere prosperar y mejorar el sistema energético, enfocar las inversiones extranjeras y propias a este sector, es la única salida para alcanzar la meta.
¿México es capaz de escuchar al mundo y tomar acciones?
En este momento clave para tomar acción hacia un futuro sostenible, México puede estar a punto de encaminarse por el rumbo de las energías verdes, siempre que escuche y tome en cuenta los consejos que miles de empresarios han alzado la voz, para recomendar un sector de inversiones a considerar.
Según el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce), destaca que para 2025 las energías renovables se consolidarán como uno de los principales sectores de inversión a nivel global, junto con telecomunicaciones, centros de datos y semiconductores.
Tal como España incrementó sus intereses en México al controlar esta energía, se busca que mayores inversores se interesen en el país, a fin de apostar por la transición energética. Y es que, México tiene un gran potencial por sus recursos y ubicación geográfica para ser un referente energético.
La urgencia por adoptar fuentes de energía más sostenibles es una necesidad ambiental, pero también una lógica económica. Mientras todos estén enfocados en la transición energética, los países que tengan el potencial y recursos, serán en los que más quieran invertir extranjeros.
México cuenta con condiciones naturales privilegiadas para el desarrollo de energías verdes
Regiones como el norte del país tienen un alto potencial en energía solar, mientras que regiones del sureste pueden servir para la generación eólica e hidroeléctrica. Pero, solo el potencial y recursos no es suficiente, se necesitan políticas claras, incentivos, regulaciones e inversionistas.
Según el Comce, el crecimiento sostenido en el país confirma su atractivo como destino de negocios innovadores. Durante 2024, México captó un récord de 36 872 millones de dólares en inversión extranjera. Este flujo de capital debe canalizarse hacia las energías renovables como prioridad.
Actualmente, la industria manufacturera tiene el 54 % de la inversión extranjera directa en México, principalmente en equipos de transporte, bebidas, electrónica y productos químicos. La industria automotriz registró un crecimiento del 36 % anual, alcanzando, 6925 millones de dólares.
Aunque sea positivo, significa que solo se está concentrando la inversión extranjera en un mismo sector, dejando de lado otras necesidades y potenciales como lo son las energías renovables. Se requiere diversificar hacia industrias de mayor valor agregado y con menor huella ambiental.
Se debe establecer una alineación con el Plan México y desafíos globales
La estrategia de atracción de inversión también debe alinearse con el ‘Plan México’, impulsado por la presidenta Sheinbaum, que busca sustituir importaciones y diversificar mercados, en un contexto internacional marcado por tensiones comerciales y nuevos aranceles por parte de Estados Unidos.
Las energías renovables se convierten en un activo estratégico que permite asegurar la independencia energética, generar empleos, impulsar la innovación y cumplir con compromisos internacionales en materia de cambio climático. De hecho, hará revolución histórica: $5000 millones enfocados en energía.
México está ante una oportunidad histórica para convertirse en un hub regional de innovación energética. La atracción de inversión extranjera no debe limitarse a industrias tradicionales, sino que debe enfocarse en sectores con visión de futuro, como las energías limpias.
Para lograrlo, es fundamental una coordinación eficaz entre el sector público y privado, y una política industrial que premie la sostenibilidad. El país ya es visto como un lugar confiable y competitivo para hacer negocios. El siguiente paso es garantizar que esa confianza se traduzca en desarrollo económico.