Desde que la tecnología y el cambio climático se convirtieron en temas centrales, la energía se volvió más imprescindible que nunca. Lo que antes veíamos como un elemento cotidiano, ahora se ha convertido en una necesidad mundial, y quienes encuentren fuentes limpias y potentes, se llevan la ventaja sobre otros. En Latinoamérica, parece que hallaron la solución.
Un paso hacia una revolución energética en Latinoamérica
La expansión en energías se ha convertido en un dilema para muchos países. Sacrificar el ambiente con energías contaminantes de combustibles fósiles, o invertir en energías verdes que pueden llevar un poco más de tiempo, pero en el largo plazo veremos los beneficios.
Este dilema tendrá una solución pronto, pues las energías renovables no tienen por qué ser limitantes, si se complementan unas a otras. Siempre se ha comentado sobre sus retos de implementación, pero puede que todo se solucione con fusionar varias fuentes en una sola.
Este es lo que hace una empresa española en Chile, GES (Global Energy Services), creará un sistema híbrido de energías renovables que funcionará para toda Latinoamérica. Con una capacidad de 695 MW, combina energía solar, eólica, y baterías en un mismo lugar.
Esto es lo que involucra el enorme proyecto híbrido
No se trata de una solo fuente, sino de varias unidas para complementarse entre sí. Siempre se atribuye que cada energía le falta algo, pero si se unen, servirán como alternativa cuando la otra no pueda generar. Con zonas contaminadas por obtener esta energía, un proyecto como este puede ser la solución que tanto buscamos.
Se trata de un complejo que combina paneles solares, que generan electricidad a partir de la luz del sol, aerogeneradores eólicos, que producen energía usando la fuerza del viento, y baterías de gran capacidad (BESS), que almacenan la energía generada para usarla cuando sea necesaria.
Será uno de los proyectos más grandes de América Latina, que funcionará para varias regiones, pues quieren que sea una estrategia que una a más naciones con el mismo objetivo. Es un paso histórico hacia el sistema energético, sustentable, estable y continúo que tanto se ha soñado.
Por el momento, Chile ha sido el candidato ideal para este avance, y no es de extrañar, pues cuenta con una meta para el futuro. Quieren que en 2030, el 80 % de su energía provenga de fuentes renovables, y lograr la totalidad para 2050. Algo que puede beneficiar a México, si replicamos sus sistemas.
Sin embargo, GES no planea quedarse estancada en una sola nación. Su objetivo es expandirse a nivel internacional, desde Latinoamérica hasta Europa. Llevan varios años en el mercado, y tienen un plan estructurado para alcanzar sus objetivos.
¿Es importante este proyecto para toda la región?
Por supuesto, este proyecto no es solo un beneficio para Chile, sino para toda Latinoamérica. Incluyendo a México, al reducir la contaminación por combustibles fósiles que emiten las centrales de energía, toda la región se beneficia en el largo plazo.
Además, su sistema probado y con resultados exitosos, implica que puede ser usado en otros países. Podrían dar impulso tecnológico y liderar una transformación total de Latinoamérica y el resto del mundo. Gracias a su centro de almacenamiento de energía, tendrán cómo proveer a otros.
Aunque en México, estamos experimentando con nuevas fuentes de energía, este proyecto puede ser el paso que se busca para una revolución total. Es una visión estratégica que permitirá alcanzar un futuro sostenible en el tiempo y una verdadera transición energética.
Un nuevo estándar de energía que planea expandirse por toda Latinoamérica, demostrando que las fuentes renovables son una alternativa viable, pero en combinación de varias, se convierte en una fuente indetenible. Obtener electricidad por medio del sol y el viento, pero al mismo tiempo almacenarlos, crea mayor independencia en la red energética.