¿Sabías que hay una nueva fiebre por un mineral? Conocido como el oro verde, será el nuevo furor del siglo XXI, esencial por su capacidad de energía y fuente de la nuclear. Pero en México tenemos de sobra y podría llevar al país a la cúspide energética, pero ¿a qué costo?
El oro verde brillante es la nueva carrera mundial por conseguirlo
Contar con fuentes de energía renovable y limpias es lo que el mundo quiere alcanzar. Sin embargo, el alto consumo de energía, hace que muchos países miren hacia otros lados, por energía barata, que supone una carrera por un elemento esencial para la nuclear.
La energía nuclear, aunque menos contaminante, no es una fuente renovable ni del todo limpia, pues sus desechos siguen siendo un problema, y a pesar de las políticas de seguridad, todavía tiene riesgos inminentes. Pero, el alto consumo de energía hace que varios posen la mirada en ella.
Para lograrlo, necesitan de un mineral conocido como el oro verde de la época: el uranio. Este elemento es muy buscado por naciones por su alto potencial para la nuclear y fabricación de armas nucleares. Su poder para liberar grandes cantidades de energía lo convierte en el nuevo oro.
Con conflictos internacionales por su búsqueda al ser una de las fuentes más poderosas del mundo, el uranio se convirtió en un oro, pero radioactivo, que puede ser objeto de guerras por su alto valor, y quien posee mayores riquezas, tendrá una ventaja sobre otros.
El uranio es de los pocos que puede generar una reacción en cadena nuclear. Además, su potencial destructivo ha llevado a muchos países a fortalecer sus reservas, generando una carrera por su control y abastecimiento. En la actualidad, Canadá, Australia, Kazajistán, Rusia, Estados Unidos y China lideran su producción.
México tiene un gran potencial por sus recursos de uranio, pero ¿nos conviene explotarlo?
Sin embargo, un país latino se está perfilando como líder del uranio: México. El país cuenta con grandes yacimientos de uranio, específicamente en Chihuahua, que contiene el 40 % de las reservas nacionales. No es la única gran reserva, en esta zona se concentra una de las minas más ricas del mundo.
De acuerdo con el Servicio Geológico Mexicano (SGM), en el primer semestre del año, se invirtieron casi 7 millones de pesos para recorrer y explorar las zonas con mayores reservas de uranio en el país, entre ellas Chihuahua, Sonora, Durango y Puebla.
Hay dos tipos de uranio: el enriquecido, que es usado como energía y para armas, y el restante o empobrecido, que se usa para fabricar partes de aviones o vehículos militares. Contar con este recurso en México, nos da una ventaja competitiva sobre otras naciones.
Los riesgos del oro verde y la industria nuclear, ¿un avance o retroceso en las energías?
Pero ¿vale la pena explotar estas minas de uranio y su potencial? Es una energía potente y más limpia, aunque tiene sus consecuencias. Volver a la nuclear hoy en día que existen tantas energías renovables, es como dar un paso hacia atrás en el desarrollo energético.
Otro punto en contra del uranio es que su inhalación o ingestión de partículas puede afectar órganos vitales como los riñones, pulmones, hígado y corazón. También se han observado casos de infertilidad, irritaciones dérmicas y problemas respiratorios en comunidades cercanas.
Además, las implicaciones de la energía nuclear (que ya ha sido descartada por ahora en México), dejan en un dilema al uranio. Aunque no cabe duda que es un recurso valioso que podría servir para otros intereses como tecnología y materia prima.
Si se intenta desarrollar el oro verde en México, habría que buscar estrategias transparentes y bajo responsabilidad para frenar los impactos ambientales y peligros que conlleva su explotación. Lo que sí estamos seguros es que, el uranio ha dejado de ser solo un elemento científico para convertirse en una carta geopolítica y económica de alto valor.