Los paneles solares son maravillosos, pues nos permiten convertir la radiación solar en energía, ayudando a nuestro planeta, sin embargo, a pesar de que su funcionamiento es sencillo, eso no significa que nos podamos encontrar con sorpresas. En China se encendieron miles de paneles en el Tíbet, pero al momento de encenderlos ocurrió algo inesperado, pues no se trataba de un simple proyecto, sino de algo que podría pasar a la historia. Como ya imaginarás China siempre ha sido un país ambicioso y esta vez no fue la excepción. Veamos qué sucedió.
China busca energías más limpias
Cada vez son más los países que buscan encontrar fuentes de energía limpia que sean realmente viables para reemplazar a los combustibles contaminantes. China, que ya es líder mundial en la fabricación y despliegue de tecnología solar ha llevado esta búsqueda a su punto más desafiante, construyendo un gigantesco campo de paneles solares en el Tíbet, uno de los lugares más altos, fríos y remotos del planeta.
Este proyecto, que fue impulsado por la empresa del gobierno chino, tenía dos grandes metas, comenzando por demostrar el liderazgo de China en las energías limpias, y la segunda era demostrar que el sol puede usarse para dar luz a millones de casas, incluso en lugares que parecían imposibles. El reto de ingeniería era enorme, ya que la planta tenía que funcionar a una altitud extrema en la Meseta Tibetana, donde apenas hay aire.
Antes de encender la planta, los ingenieros estaban muy nerviosos sobre si los materiales aguantarían. La planta está a más de 5000 metros de altura. Las temperaturas pueden bajar hasta -40°C en invierno, además de que hay vientos muy fuertes y mucha nieve. La pregunta era obvia ¿Qué podría fallar en un lugar tan extremo?
Pero lo «inesperado» es que fue un éxito total. Lo sorprendente no fue que colapsara, sino la increíble cantidad de energía que lograron sacar en esas condiciones extremas. Esto se logró gracias a unos paneles especiales llamados bifaciales. El resultado fue inmediato: la planta ya está ayudando a resolver la falta de energía que sufría la región del Tíbet durante los largos y fríos inviernos.
Energía que mueve a 50 000 hogares
Si te sorprendió que México cosechara energía en el cielo, debes quedarte a ver lo que está haciendo China, con su planta solar, llamada Huadian Xizang Caipeng, pua han batido un récord mundial al instalar miles de paneles a una altitud antes inimaginable. Ocupa un espacio enorme de 134 hectáreas y tiene la capacidad para generar unos 155 millones de kilovatios-hora al año.
Esta producción es suficiente para dar luz constante a unos 50 000 hogares, cambiando la vida de las comunidades y por supuesto, ayudando a nuestro planeta, pues al generar tanta electricidad limpia, la planta evitará que se liberen más de 101 800 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera cada año, lo que sin duda será un aporte enorme.
Los paneles solares del futuro
Para lograr este éxito, China usó la tecnología más avanzada, creando lo que los expertos llaman «súper paneles solares». Estos no son paneles comunes, ya que usan tecnología bifacial, pero ¿Qué significa esto? Básicamente que capturan la luz del sol no solo por la parte de arriba, sino también por la parte de abajo, aprovechando la luz que rebota en el suelo, así pueden producir hasta un 20% más de energía en total.
El proyecto del Tíbet es la prueba de que la energía limpia no tiene límites. China, al ser líder mundial en renovables, demuestra que hasta las regiones más lejanas y extremas pueden producir electricidad limpia para millones de personas. Aunque todavía quedan retos para llevar esa energía a las grandes ciudades, este éxito tecnológico es un gran ejemplo para todos los países que quieren dejar de usar combustibles contaminantes e ir hacia un futuro más verde, de hecho, están instalando paneles de formas adorables que nunca hubiéramos imaginado.
